(PR/Norma Migueles) Este miércoles, en la sala de audiencias del Juzgado Federal de Venado Tuerto, comenzó el juicio oral y público que se sigue a Matías Álvarez, por el homicidio de Érika Ávalos, hecho ocurrido en la ciudad de Firmat el 28 de diciembre de 2022.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 está integrado por los jueces Eugenio Martínez (presidente), Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta. En tanto, el fiscal es Federico Reynares Solari, mientras que la defensa está representada por Omar Ianni.
Cabe destacar que esta es la primera audiencia que se realiza en el fuero federal de Venado Tuerto, desde la puesta en marcha del nuevo sistema federal penal, aunque el juicio se tramita con una «mezcla» del anterior sistema escrito con el oral, porque la causa es de 2022.
El primer alegato estuvo cargo de la parte acusadora, quien imputó a Álvarez por dos casos de extorsión y uno de tentativa de extorsión en perjuicio de una pareja dueña de una remisería, hechos ocurridos entre noviembre y diciembre de 2022. A través de amenazas, primero logró sacarles 100 mil pesos, luego les solicitó más dinero y envió fotos de chicas muertas a través de terceros, con el mensaje «plata o muerte».
En el tercer pedido, en tanto, envió a uno de los laderos -quien fue detenido en el momento por la policía-, mientras que el cómplice que lo esperaba en el auto también fue apresado. Ambos ya definieron su situación procesal a través de un acuerdo abreviado.
El fiscal también lo imputó por el homicidio de la joven Érika Ávalos, hecho ocurrido en la vía pública de la ciudad de Firmat el 28 de diciembre del mismo año, alrededor de las 3, cuando la mujer fue abatida, desde una moto tripulada por dos personas, con 17 balazos. Si bien no falleció en el momento, murió en la madrugada del 31 de diciembre en el Hospital Alejandro Gutiérrez de Venado Tuerto.
Reinares Solari, aclaró que, en esos días, el acusado estaba detenido en la cárcel de Rawson, pero contaba con una organización que se dedicaba a la venta de estupefacientes y tenía la capacidad de manejarla aún desde la prisión. Por otra parte, evaluó que la muerte de la mujer estaba relacionada con que le podría haber sustraído drogas y dinero y, en ese marco, quiso dejar un mensaje ejemplar.
El funcionario calificó este hecho como homicidio agravado por ensañamiento y alevosía, relacionándolo con el narcotráfico, indicando al Tribunal que contaba con un audio que será presentado en la etapa probatoria que consolida la calificación. Si el tribunal coincide, Álvarez, podría ser condenado a cadena perpetua.
Por su parte, el defensor adelantó que solicitará la absolución argumentando que hubo falencias policiales y judiciales, ya que esta causa debería tramitarse en el fuero provincial y no federal, como un homicidio.
«En este caso, Álvarez es el chivo expiatorio por las deficiencias de la investigación, que no logró la detención de los autores materiales», alegó Ianni, quien sostuvo que no hay pruebas que lo incriminen, ya que en la celda allanada (días después) no encontraron celular, ni detectaron «llamadas de Rawson a Firmat», concluyendo en forma contundente que no hay pruebas directas que relacionen a su defendido con el crimen de Ávalos.
Las audiencias de presentación de testigos y pruebas continuarán en la ciudad de Rosario a partir de mañana, en tanto que los alegatos finales se presentarán el 3 de abril en Venado Tuerto. Jueces, fiscal y secretaria estuvieron en forma presencial en la apertura del juicio.
