(PR/Norma Migueles) Una resolución del Juzgado Civil y Comercial de Primera Nominación de Venado Tuerto condenó al Banco Macro a devolver 54.885 pesos -un importe consumido a través de una tarjeta que la clienta nunca recibió-, más el valor de dos canastas básicas en concepto de daño moral por 2.475.578 pesos y otras cuatro por daño punitivo equivalente a 4.951.156 pesos.
Si bien el monto de reclamo puede ser de escaso valor, la condena millonaria es un claro mensaje a los bancos para que modifiquen su conducta ante los consumidores financieros. Además, la resolución marca un antecedente en cuanto a la aplicación del valor (dos canastas básicas) en la reparación del daño moral.
En cuanto la condena del daño punitivo (cuatro canastas básicas) se contemplaron los informes suministrados por la actora, dado los reiterados incumplimientos de la entidad financiera.
Los hechos
Una clienta de Banco Macro observó, en agosto de 2024, que había registrado en su caja de ahorros un consumo no realizado en un comercio utilizando una tarjeta de débito que jamás había recibido. Al advertir esta irregularidad, la mujer efectuó el reclamo en forma personal como así también al 0800 de la entidad financiera.
En principio, y ante el planteo de la clienta damnificada, desde la entidad bancaria le reintegraron el monto acreditado, sin embargo, meses después se lo volvieron a debitar, argumentando que la compra se había realizado con una «tarjeta física».
El banco no asistió a las audiencias conciliatorias preliminar y de producción de pruebas establecidas por el Tribunal, ni aportó documentación a la pericia contable realizada, ni produjo prueba alguna en el proceso. Estos hechos fueron valorados como conducta procesal en la condena.
La víctima y demandante fue patrocinada por la Unión Consumidores Unidos (UCU) de Venado Tuerto.
