Ante una importante cantidad de vecinos asumió la presidencia de la Comisión de Fomento de María Teresa la Dra María Cristina Gómez. Este es su octavo mandato consecutivo. Gómez es la primera presidenta comunal de la localidad, y una de las primeras del departamento General López.
Como hace 14 años, asumió rodeada de vecinos que con enorme respeto y afecto la acompañaron junto a su grupo de trabajo. Incluso más allá de las diferencias.
Luego de señalar que “uno tiene que renunciar a muchas cosas, horas con la familia, con los amigos, viajes, estudio, trabajos, clientes”; destacó que “a lo único que no renunciamos nunca es a nuestra identidad. Por eso trabajamos mucho para alcanzar el triunfo político de octubre pasado, sin caer en la desnaturalización neoliberal conservadora. Si nos hubiera tocado perder, lo hubiésemos hecho conservando intacto el triunfo moral de no renunciar jamás a los principios que nos llevaron al gobierno comunal hace catorce años. Porque somos eso. Así de simple”.
Repasando recuerdos, la mandataria local recordó su primer discurso de asunción: “Prometía ante mi pueblo que iba a estar empeñada con todo mi equipo en erradicar el hambre de los niños y asegurar el descanso de nuestros ancianos. Hoy se les llama ‘adultos mayores’. Hoy puedo mirarlos a cada uno de ustedes a los ojos porque con aciertos y errores, eso lo tenemos garantizado. Fue, como todo lo que hicimos, un trabajo colectivo; pero déjenme decirles, humildemente, que mi compromiso no era únicamente como funcionaria, sino que era como mujer y como madre que soy”.
Sobre esta nueva página de su gestión que se inicia, señaló “el pueblo ha avalado nuevamente con su voto nuestra gestión. No es para nosotros una nueva oportunidad. Es una gran responsabilidad aún mayor que otras veces, porque una vez aquí, sabemos que los facilismos de la televisión no existen, y las soluciones mágicas tampoco. Tenemos que ir construyendo como las condiciones nos lo permitan”, mencionando a modo de ejemplo “cuando nos inundamos, o se desmoronaron canales; a veces con los aportes concretos de lo propio y el buen sentido. Allí tenemos que poner el sentido común, y dejar de lado las conclusiones sacadas a partir de análisis de un pensamiento impregnado de sabiduría prestada. Debemos construir lo nuestro, con elementos a nuestro alcance, como tubos cuando no llegan los módulos”.
Gómez invitó a “reflexionar sobre la necesidad de entender y practicar la democracia con un alto contenido ético”, agregando que ello requiere “una mirada que integre y no que separe, que critique pero que a la vez proponga alternativas coherentes. Para ello no es excluyente ser muy grande o ser muy joven. Tenemos que tener objetivos comunes, que por encima de nuestras diferencias, de nuestras mezquindades y nuestras propias miserias (propias también de nuestra condición humana), estén esos objetivos”.
También invitó a Claudio Bertrán a trabajar codo a codo: “La Comuna es del pueblo, y no de sus ocasionales ocupantes. Por eso ‘Coli’, en nombre de mis compañeros y mío propio, te doy la bienvenida y te invito a que te sumes a nuestro equipo de trabajo. Pero no como minoría, sino como un integrante más de la comisión para trabajar con la misma pasión que la nuestra, porque aunque tengamos muchas diferencias, en definitiva creo que todos queremos lo mejor para María Teresa, tal vez por distintos caminos”.
Finalmente, emocionada, concluyó asumiendo un nuevo compromiso: “Me comprometo dando la palabra, como lo hacía mi padre que no sabía firmar, pero su palabra era un documento; a trabajar junto al equipo que conformamos. Pensando siempre en lo mejor para nuestra gente. Como todos ustedes conocen mi origen, de dónde vengo, aquí en este pueblo que me vio nacer, y que seguramente me verá morir, me han de encontrar para que, si no cumpliera, me lo demanden”.
