(Venado Tuerto) En diálogo con FM Dale, el intendente José Luis Freyre evaluó el estado del tránsito en la ciudad y apuntó en especial a la concientización en el núcleo familiar directo para evitar que los jóvenes propendan a una circulación descontrolada en motovehículos.
Sin soslayar la responsabilidad estatal en la materia, en un paso más, el mandatario local propuso a la Justicia analizar alternativas sancionatorias en caso de infracciones graves provocadas por menores al volante, alcanzando a los padres.
“Planteamos una política de acercamiento y de intentar un contacto con los chicos y la gente que utiliza motos. Pudimos de a poco cambiar algunos hábitos, pero hay un núcleo duro de pibes a los cuales es difícil lograr que se cuiden”, sostuvo.
Tras precisar que “tenemos cerca de 3 mil motos en los corralones”, Freyre afirmó que retener unidades “no parece ser el mecanismo más adecuado, o al menos no el único. Nos cuesta mucho encarar operativos y no queremos recaudar con esto. Ayudamos a resolver cuestiones con papelería o patentes. Hacemos operativos con colaboración de otras fuerzas pero no basta, porque armamos puntos fijos y hay 40 o 50 motos que se agrupan y van recorriendo distintas calles de la ciudad”, describió.
Para el intendente, “los padres tenemos que cuidar que los chicos no agarren la moto y se vayan. Hay una generación de padres más permisivos, más allá de la condición social. Siempre los jóvenes tienden al desafío, pero ahora son más los pibes que se juegan la vida en cada esquina pasando con las motos sin mirar o con el semáforo en rojo, donde también pesa el consumo indiscriminado de alcohol o el uso de drogas. Es jugar al límite con la propia vida y la de los demás”.
Más adelante, Freyre consideró que en el reordenamiento del tránsito hay “un debate de fondo” y propuso “pasar de un sistema punitivo a otro tipo de sanciones más efectivas a la hora de generar buenos hábitos, desde la quita de puntos en la licencia hasta la detención en caso de faltas graves”.
“Hay motos con dificultades de papeles. Y hoy te sale más barato ir a comprar financiada una moto nueva que pagar la multa y retirar (la incautada) del corralón”, señaló.
En cuanto al destino de las unidades secuestradas, afirmó que “hay un camino complicado y burocrático para que la moto se transforme en chatarra. Hay que presentar los papeles de cada caso y solicitar a la Justicia que la moto vaya a desguace”.
Finalmente, graficó que “por más que inundemos la ciudad de inspectores, acá hay un hábito cultural, social y educativo: lo que no aprendés en tu casa, por más multas que te pongan… En el tema tránsito todo el mundo declama que el otro maneje con cuidado, pero cuando nos quieren poner un límite a nosotros, somos los primeros que nos quejamos”.
Según datos suministrados por el Registro de la Propiedad Automotor, en 2013 se patentaron en la ciudad más de 3 mil motos, representando un 12 por ciento más respecto al año anterior. Y si bien es notorio el incremento de motovehículos, se redujo el número de víctimas fatales en la zona urbana.
