(JP)Ya falta muy poco para las Fiestas de Navidad,y si bien este fue un año muy atípico para toda la humanidad, en el aire ya se siente el espíritu navideño.
Este 2020, la sensación que quizá más se percibe es la de necesidad, ya que la pandemia por el coronavirus golpeó fuertemente la economía en general, y mucho más en las barriadas humildes y en la gente que se quedó sin trabajo.
Afortunadamente, siempre hay personas que están dispuestas a ayudar al otro. Este el caso de Maira, un a vecina de 30 años del Barrio Villa Moisés que colabora con sus vecinos junto con un grupo de personas del mismo sector de la ciudad.
En esta oportunidad, los voluntarios están juntando alimentos navideños (pan dulce, budín, garrapiñadas, etc.) para poder repartirlas en la barriada y que todos puedan tener una navidad en sus casas. Además, están realizando una colecta de juguetes para entregarles a los niños en la despedida de año que harán el domingo en el comedor Rincón de Amor y pollos, ya que hay mucha gente que no tendrá que poner sobre la mesa el 24 a la noche, y ellos están dispuestos a asarlos y dárselos a los vecinos. Las donaciones se pueden acercar a cale Carelli 117, en el horario de 15 a 17.
En diálogo con Pueblo Regional, Maira explicó: “Yo vivo en el barrio Villa Moisés y desde Enero vengo juntando ropa, calzado, juguetes y la dejo en la puerta de mi casa para que la gente la lleve, y si no lo hacen salimos a repartirla, y lo que sobra la sabemos donar a una iglesia que está en el barrio Alejandro Gutiérrez y llevamos ropa también a algunas familias del barrio Santa Rosa y también colaboro con el comedor Rincón de Amor, que surgió como una ayuda para los chicos después de la Escuela donde los acompañamos a hacer la tarea. Para el comedor recolecto té, leche, mate cocido, cacao, harinas; ese tipo de cosas solo para el comedor y la ropa la damos a la gente del barrio”.
Respecto a su realidad y la de los habitantes del Villa Moisés, informó: “Muchos ya me conocen porque he ayudado a mucha gente; yo soy empleada, trabajo por la mañana y el resto del día estoy en mi casa, siempre ayudando a algún vecino que necesita algo; nos ayudamos unos a otros. Por primera vez voy a pasar las fiestas acá en el barrio. El año pasado la pasé con mi mamá porque mi casa era muy humilde todavía; gracias a Dios hoy en día me pude levantar la pieza de material, será la primera navidad que pase bajo un techo propio”.
Seguidamente, Maira nos contó sobre la colecta que están llevando a cabo con miras a la Navidad, para que todas las familias puedan pasar una Noche Buena junto a los suyos, destacando que el pedido no incluye bebidas alcohólicas como sidras, sino alimentos y destacando el grupo que se formó para ayudarse unos a otros. 
“Se me ocurrió juntar cosas navideñas y ayudar a los vecinos, aunque sea a tener un budín, un pan dulce, una garrapiñada; no estamos pidiendo sidra o alguna bebida alcohólica, solo cosas para comer. Esta mañana me estuve comunicando pidiendo ayuda para ver si podíamos conseguir cajones de pollos para asarlos y dárselos a la gente. Conseguí solo para dos familias, asi que el 24 a la noche yo les voy a entregar el pollo para que ellos puedan comer en su casa. Así, de a poquito, vamos juntando y haciendo un grupo que es muy lindo; la mayoría somos mamás solteras, con problemas económicos y familiares y hemos salido adelante solas, con la mirada al frente y haciendo un esfuerzo entre todas”.
Por último, Maira subrayó el interés que tienen el asentamiento las maestras y la Asistentes Sociales de la Municipalidad, quienes siempre están ayudando al barrio: “En el barrio hoy en día viven más de 300 personas, muchos chicos. Las maestras siempre anduvieron ayudando y desde la Municipalidad también siempre están ayudando. En este momento nuestra prioridad es entregar una ayuda navideña a la gente. También estamos juntando juguetes, porque el domingo vamos a celebrar la fiesta de fin de año en el comedor Rincón de Amor”
