(PR) El relato de Víctor angustia y enoja. Él es obrero rural, vive en Villa La Angostura, y fue contactado por los propietarios de una estancia en Villa Cañás para que se vinieran a vivir al sur de Santa Fe, como caseros. Aquí les garantizaban mejores condiciones de trabajo y de vida. Pero luego del viaje se encontraron con un panorama muy distinto. Frente al reclamo de la pareja de sureños, los dueños de la estancia no solo los dejaron sin trabajo (a 2 horas de haber llegado del sur), sino que los desalojaron a la fuerza. Los dejaron en la calle en Villa Cañás, sin dinero y a 1464 kilómetros de su hogar en la provincia de Neuquén.
Pueblo Regional dialogó con Víctor. “Mi nombre es Víctor Cisternas y el de mi pareja es Catalina Andrade. Tengo 32 años y ella 22. Soy un obrero de Villa la Angostura, y conocí a María Elba Díaz de Garrigou y a Jorge de Garrigou en Villa La Angostura, donde vienen a veranear todos los años”. Según relató Víctor, el matrimonio lo contactó a través de un amigo de él que se desempeña como casero en el sitio donde los estancieros descansan cada verano, en Villa La Angostura. Ellos le comentaron “que tenían una estancia a 8 km de Villa Cañas, conocida como estancia Los Ángeles o la estancia Díaz. Ellos nos hicieron viajar, a mí y a mi pareja hasta su estancia para trabajar de caseros. Viajamos 21 horas para llegar ahí. Nos prometieron una vivienda digna, con toda la casa equipada. Nos dijeron que lleváramos sólo nuestra ropa. Cometimos el error de creer en ellos”. Según el ralto del peón rural “cuando llegamos al lugar encontramos una casa inhabitable, con las paredes cayéndose a pedazos por la humedad. Un baño totalmente destruido. Habían agujeros en el techo, con nidos de araña y un olor insoportable por el baño y la humedad”. Agregando que “la casa no contaba con nada de equipamiento. No había ni frazadas para dormir, ni dónde cocinarse, ni lavar ropa”.
Ante este estado de cosas le comentaron a la administradora de la estancia la situación generada. Y esta le transmitió a la dueña. Y todo estalló. Víctor Cisternas lo relata así: “Le comentamos nuestra desconformidad para ver si había alguna solución ¿Qué hizo esta señora? Nos hecho a la calle, sin conocer a nadie. Y no nos quiso devolver el dinero del pasaje, ni para volver. Ella había prometido eso. Tuvimos que pedir para volver. En total gastamos alrededor de 50 mil pesos, que salieron de nuestro bolsillo, sin ninguna devolución. Traté de hacerla entender y ella nos dio la espalda. Quería hacer público esto que me hicieron estás 2 personas para que no le pase a nadie más”. No sólo ello sino que los desalojaron de inmediato, sacándoles las cosas a la calle. “Me comentaron en su estancia que no consigue casero porque es una persona que tiene muy mal trato con sus trabajadores y abusa de ellos.
Tengo la foto de ellos, de su casa, donde nos quería hacer vivir. Tengo las conversaciones dónde ella decía que nos rembolsaría el dinero. Son unos sinvergüenzas. No quiero que esto le vuelva a pasar a alguien más”, concluyó.
La estancia Los Ángeles, o la “estancia Díaz”, como también se la conoce, tiene 3.000 hectáreas. Es propiedad de dos herederos, y María Elba Díaz de Garrigou es una de ellos. En la región existe el mito de que esas tierras, en algún momento, pertenecieron al General Juan Domingo Perón. Y que incluso él, junto a Evita, pasaron allí varias vacaciones, alejados del trajín porteño y de la política. Perón fue autor del estatuto del peón que reconoció derechos y dignidades a los peones rurales. En ese sitio ocurrieron estos hechos.


