(PR/Andrea Acedo) Y pasó nomás, la primera Feria del libro de Venado Tuerto ya se realizó este último viernes y sábado en el predio de la cancha del Club Jorge Newbery con gran emoción, entusiasmo y acompañamiento del público.
Y como todo diario del lunes (en este caso martes) repasamos sensaciones, vivencias y recuerdos de este acontecimiento trascendental para nuestra ciudad. Una Feria del libro es un acto de apertura inmenso a la cultura de un lugar, una afirmación de que aquí se aprecian y se alojan los libros y a sus creadores y se los distingue con la valoración que merecen. Especialmente porque se le dio la oportunidad a escritores noveles locales a los que se les posibilitó salir del espacio invisible de sus cuartos hacia la luz del reconocimiento. Es un gran estímulo para continuar fabricando historias, poemas, entrelazando palabras, probando y jugando a plasmar nuevos mundos de imaginación. El libro “En un rincón del mundo” recopiló los poemas y cuentos ganadores del concurso literario organizado por la Feria del libro y editado especialmente en ejecución conjunta de Ediciones Ají y la Asociación Mutual Venado Tuerto.
Fueron dos jornadas plenas de actividades como se podía apreciar en el cronograma que se dio a conocer por las redes de la Feria días antes de la inauguración como en el folleto indicativo que entregaban al ingresar a la misma. Charlas, disertaciones, escritores de relevancia nacional y regional muy importantes, presentación de libros, firma de ejemplares, editoriales presentes, actividades y talleres para niños, patio de comidas, shows en vivo, todo esto conformaba el trabajo de organización de revista Ají y Ciudad Futura. Con el destaque que la Feria fue declarada de interés de la cámara de diputados de la provincia de Santa Fe a través de la diputada Dámaris Pacchiotti
Un día viernes dedicado a la visita de varias escuelas en donde los niños han disfrutado de un acercamiento genuino al mundo de los libros y la literatura en general. Fueron muchos los alumnos que hojearon páginas, recorrieron los stands, fueron parte del paisaje de las primeras horas del evento. Luego vendrían los muchos momentos de actividades programadas que fueron transcurriendo con orden y puntualidad y que mostraron la potencia cultural de Venado y la región. Entre las disertaciones más importantes y concurridas estuvieron la del filósofo Dario Sztajnszrajber y la escritora Liliana Heker.
Las sensaciones de los momentos vividos quedan plasmadas a continuación. Son las consideraciones de quienes fueron parte organizadora y también colaboradores participantes de las charlas de escritores.
Gabriela Polinori, parte del staff organizador y representante de Editorial y revista Ají expresa con estas palabras su vivencia: “sueño cumplido”. Sabíamos que Venado Tuerto se debía esta feria y la única pregunta que nos hacíamos era ¿por qué no se nos ocurrió antes? Si desde Venado Tuerto y la región se viaja cada año a la feria del libro a Buenos Aires, cómo la gente no iba a venir acá, y así fue, no sólo la de Venado sino también de los pueblos de alrededor. Una alegría inmensa de principio a fin, que superó el cansancio y la vorágine de la organización que empezó hace meses. Y cuando digo organización, desde la autogestión, esto va desde colgar banderines y barrer, a recibir a los disertantes, presentarlos y e incluso participar de algunos conversatorios. Para qué nombrar lo que ya había sido anunciado antes, la grilla con un contenido súper interesante, los disertantes invitados en diálogo con referentes locales en el tema –porque el concepto que nos interesaba marcar era las personalidades locales en escena intercambiando conocimientos, conceptos y apreciaciones, revalorizando siempre lo nuestro—, las editoriales de todo el país pero también las locales y regionales, las presentaciones de libros, las lecturas, los talleres, etc., todo eso fue tal como lo esperábamos y la gente respondió asistiendo, escuchando, preguntando, sacándose fotos con los autores y los invitados.
Personalmente, tenía un poco de ansiedad con la invitación a las delegaciones escolares, vernos superados por tanta cantidad de estudiantes que esperábamos con acceso gratuito desde las 10 a las 16 hs. del viernes, de Venado Tuerto y de otros pueblos también. Los talleres que habían sido previstos para 20 niños, tuvieron que mudarse de espacio para atender a todos los que querían participar escribiendo historias y haciendo historietas, los talleres infantiles –pintura, yoga, cuentos, dibujos, etc., estuvieron llenos.
La presentación del libro “En un rincón del mundo”, con los ganadores del concurso que organizamos exclusivamente para la feria, con la entrega del libro a cada uno de ellos y la lectura de algunos de los textos fue un momento muy emotivo. De paso aprovechamos para decir que el libro está a la venta a sólo $ 1200, que se puede adquirir en T & P o a través de Revista Ají.
En fin, hoy todavía estamos en el “after” que tiene que ver con todo lo que supone cerrar un evento, pero ya estamos soñando con la del 2023, porque, como apostamos, esta feria fue sólo la primera. Cómo dije al principio, podríamos decir “sueño cumplido” pero vamos por más”.
Bruno Taddia, representante de la otra “pata” organizadora, Ciudad Futura también no ahorró comentarios sobre lo que fueron estas jornadas de la Feria del libro:
“Estamos muy contentos primero por la envergadura y la calidad del evento, hicimos el evento que queríamos hacer, segundo por la recepción y la repercusión, realmente la gente lo disfrutó y también destacar todo ese trabajo invisible que pasa desapercibido, pero estuvo. Hubo muchísimo esfuerzo, organización, compromiso que fue consecuente con un resultado de primerísimo nivel. Cuando digo que hicimos el evento que quisimos hacer me gustaría poner en valor la autogestión de esta feria. Un conjunto de actores interesados nos agrupamos y la llevamos adelante desde la impronta de hacer una feria independiente, una feria que pueda transmitir y decir un mensaje, que no esté condicionada. Hubo una enorme y diversa cantidad de voces que hicieron reflexionar, pensar, que propusieron, que problematizaron. Fue un hecho cultural sin ningún precedente en la ciudad.
Hubo grandes referencias del pensamiento nacional en la feria, pero cada charla, conversación o discusión se dio junto con un par de personas que son un referente o referencia del pensamiento local. Nos pareció importante darle valor a eso. Esta feria se da en una geografía especifica que se llama Venado Tuerto y pensamos que no tenían que venir personas de afuera a decirnos cómo tenemos que pensar o hacer, sino que esas discusiones tienen que darse en un contexto de referencias intelectuales de la ciudad. Conjugó estas dos cosas, lo local y lo nacional un dato distintivo importante.
Fue un reconocimiento a una tradición contracultural de la ciudad dándole valor a Marta Bustos, a Pablo Sevilla, a Tito Vicentín, al CEJ, al grupo Apertura, a la Biblio Ameghino, a la Revista Expresión. En definitiva, en Venado Tuerto claramente podemos identificar desde la vuelta a la democracia, desde el 82, 83 en adelante muchísimas experiencias contraculturales que nos pareció importante darle protagonismo y enmarcar a la feria junto a ellas. Fue una feria que recuperó muchas cosas del pasado, conjugó un montón de actores del presente para que, de manera colectiva, podamos pensar el futuro. Sin duda es el acontecimiento político y cultural más importante del año y un hecho histórico y trascendental tanto para Venado como para la región”.
Además de esta parte organizadora, las talleristas y referentes culturales Laura Dolagaray y Marcela Fumale fueron parte convocada para acompañar, pensar juntos y presentar libros de autores. Aquí van sumadas sus experiencias:
Laura Dolagaray, docente y coordinadora del taller de lectura El Eternizador comentó sobre el evento “pudimos disfrutar de un evento maravilloso con una organización impecable, libros y editoriales de altísima calidad e invitados de lujo como Liliana Heker, ¡fue un verdadero placer poder escucharla! Y en lo personal, estoy muy agradecida de que nos hayan invitado, a mí y al grupo del que formo parte, El Cíclope, a ser partícipes de la feria presentando “Me hace ilusión “, la última novela de Leandro Gabilondo.
Mientras que Marcela Fumale, coordinadora del taller de lectura y escritura Desde el Sótano contó “mi experiencia me ha dejado un saldo más que gratificante. Ha sido maravilloso poder compartir con tantos escritores, con la gente de las editoriales, es una maravilla ver también como se ha organizado hay que destacar el trabajo de los chicos, el orden, la puntualidad, la forma que llevaron adelante dos jornadas tan extensas, tan cargadas de actividades de una manera impecable. Poder disfrutar de Darío Sztajnszrajber con esa sala del gimnasio enorme totalmente colmada de gente. Poder ver a Liliana Heker, una joya esa charla de una hora que dio. Personalmente un honor y un placer inmenso presentar el libro de Javier Nuñez junto a Ber Stinco. Sumamente agradecida por la convocatoria y por poder estar ahí colaborando de esta manera más allá de estar también en el stand de Ají con mi libro La Sangre. El deseo por supuesto es de que esto continúe, de que no sea esta primera Feria solamente, sino que se convierta en algo a disfrutar año tras año”.
Y ojalá así sea, se tome nota desde el Gobierno de la ciudad para darle lugar a que se produzca anualmente la Feria del libro y sea incorporado este evento al calendario de la ciudad como un gran aporte más a la cultura venadense.


