(PR) En este momento de la humanidad, en el que el uso de las redes sociales es casi una obligación, es importante marcar que se están corriendo ciertos límites de convivencia a partir de la impunidad que brinda la virtualidad.
Son comunes, sobre todo en estos tiempos electorales, los comentarios denostadores, agresivos, con una gran carga de odio, contra dirigentes políticos y funcionarios, principalmente, pero es extensivo a cualquier otro participante del ciberespacio.
“Las redes son un sistema de comunicación en el que se pierde lo simbólico, es decir todos los códigos que hacen a la convivencia, sobre todo cuando el contacto es entre desconocidos. Por eso en las redes sociales uno se permite decir barbaridades, sin ningún tipo de filtro, y de una manera en que nunca lo haría en la calle”, razonó el licenciado en Ciencias Sociales, Tomás Lüder, en diálogo con VerTV.
Siguiendo con su análisis, Lüder planteó que “en las redes sociales estamos todos en un mismo plano, entonces nos permitimos decir cualquier cosa. Algunos teóricos dicen que nos vemos en un espejo donde vemos lo que no queremos ver de nosotros. Por eso esa capacidad de hacer catarsis y decir barbaridades”.
Paralelamente, describió que “hoy estamos bajo el imperio del clickbait (todo por un click), entonces te aparece información que te genera una reacción negativa, pero como reaccionas el sistema se retroalimenta. Lo preocupante es que los medios estén trabajando con esta lógica, porque lo que están haciendo es destrozar su línea editorial. Los like generan éxito en la brevedad, pero en el largo plazo un diario importante que está online, tiene el mismo peso que cualquier otro portal”.
El licenciado en Ciencias Sociales profundizó en este punto al explicar: “Antes uno suponía que la información que estaba en los grandes medios estaba chequeada, confirmada, y quienes opinaban estaban formados en el tema, y en cambio ahora es todo homogéneo”.
Volviendo al uso de las redes sociales, Lüder apuntó que “esta cosa de la difamación, la agresión permanente, es constante, y a eso se suma que la información pierde todo tipo de criterio más o menos razonable”.
El analista también dedicó un párrafo al excesivo uso que las redes sociales por parte de la dirigencia política: “El mundo online se ha vuelto la esfera pública por antonomasia, pero lo que pasa es que se trata de una esfera pública que no tiene las reglas de la anterior esfera pública”, y apuntó que en la carrera de Periodismo donde es docente, “mis alumnos sub 30 ya no ven televisión y mucho menos compran diarios, que es el último reducto que zafa del clickbaite”.
Inteligencia artificial
La gran novedad de estos últimos meses fue la inteligencia artificial, tema sobre el cual Lüder describió: “Los intelectuales reaccionaron rápido y hay algunos que dijeron, hay que poner un límite, pero desde el campo de la ética, porque esto nos va a llevar puestos. También hay otros autores que consideran que la inteligencia artificial no puede entender una ironía, a veces las personas somos falsamente ingenuas, y la inteligencia artificial no tiene eso”.
Sobre esta visión, el entrevistado opinó que “es una mirada más esperanzada porque en ese sentido no nos relevaría. La inteligencia artificial es una inteligencia muy perfeccionada, pero no deja de ser automática. Y en cuanto a tratar de pararla, en el capitalismo las cosas no se paran, si algo es negocio sigue”.
