(PR/Pablo Salinas) Debido a los altos índices de ausentismo en marzo de 2007, el entonces gobernador Jorge Obeid, reinstaló el sistema de presentismo docente que él mismo había derogado meses antes.
Ahora, el ministro de Educación, José Goity, anunció el otorgamiento de «un reconocimiento a los docentes que tienen asistencia perfecta a sus lugares de trabajo, que son las aulas, y a los equipos directivos que tienen asistencia perfecta a sus lugares de trabajo, que son las instituciones educativas».
La medida recibió un inmediato rechazo de la dirigencia gremial, especialmente desde Amsafe (Asociación del Magisterio de Santa Fe): “Para nosotros esto no es un premio sino un ajuste”, planteó el delegado departamental, Javier Delgado.
Avanzando en su análisis, el gremialista apuntó que “una compañera que esté embarazada o alguien que se enferme cobrará menos, por lo tanto, es un castigo para quien se ve impedido de asistir al aula por una razón de fuerza mayor. En segundo lugar ese premio, en el largo plazo, entrará a figurar dentro del valor que ellos van a considerar como salario, por lo tanto, es una rebaja salarial. Si cobramos 10 de salario, y dos de premio, cuando vayamos a discutir nos van a decir que cobramos 12 y si no cobramos 12 es porque no queremos”.
Por otra parte, destacó que “se trata de un premio que está en negro, con lo cual, si eso se estandariza y pasa a ser parte de nuestro ingreso, no se trasladará a las jubilaciones”.
Al mismo tiempo, Delgado consideró que esta medida “vulnera el derecho a huelga”, y recordó que en Mendoza este sistema hace ocho años que está implementado, y “Mendoza no se distingue sobre Santa Fe por tener mejores indicadores educativos, o sea que esta especie de premio que ya se aplica hace ocho años no ha mostrado un solo índice educativo mejor. Entonces, si persiguen la calidad educativa, este no es el camino”, y concluyó: “Esto está en el marco de una política ofensiva en contra de los trabajadores”.
