(PR) Economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario informaron esta semana que para 2024 «se proyecta que el consumo anual (de carne vacuna) por habitante promedio sea de solo 44,8 kilos, por debajo del promedio histórico de 72,9 kilos». Estas cifras atravesarían el piso histórico de consumo de carne: solo 46,9 kilos por habitante para el año 1920.
Según la visión del consignatario de hacienda venadense, Esteban Boyle, “hace cien años el argentino consumía 80 kilos de carne vacuna, y completaba los 110 kilos por año por persona, con algo de cerdo, ovino y pollo, pero casi la totalidad de la dieta era vacuna”.
Para el empresario la industrialización de las carnes alternativas fue ganando la pulseada en el consumo de los argentinos, a lo que se suma el avance de los vegetarianos y veganos, que ya serían entre el 15 y 20% de la población.
En cuanto a la crisis económica y la imposibilidad de muchas familias de acceder a este alimento, el consignatario de hacienda apuntó que “hoy la carne no es lo más caro que hay, de hecho, la carne dentro de la alimentación en general es de lo más barato. Es difícil decirle esto a alguien que no llega con el sueldo a fin de mes, pero con lo que rinde nutritivamente un kilo de carne vacuna, no es comparable con las otras carnes”.
En este contexto, se mostró optimista de que se recupere el consumo de carne bovina, “porque no creo que aumente mucho el precio, más allá de los pequeños ajustes que pueda hacer el carnicero o el frigorífico. La materia prima, la hacienda, no creo que aumente”.
Para graficar el cuadro de situación, Boyle precisó que “de 54 millones de cabezas que tenemos en el país, en los feedlots hay 2 millones de cabezas, lo cual quiere decir que vamos a tener una muy buena oferta hasta noviembre y diciembre, que se vuelve a complicar por las fiestas y el achique del encierre por la falta de invernada”.
