El lunes por la noche un niño de la vecina localidad de San Eduardo fue atacado por un perro en el barrio Centro III, sufriendo graves lesiones en el rostro y parte del cuerpo.
La directora del IMUSCA (Instituto Municipal de Seguridad y Convivencia Animal), Inés Carusillo, dio detalles sobre esta problemática y las precauciones que se deben tomar ante perros desconocidos.
La profesional comenzó por aclarar que «no sabemos si se trata de un perro abandonado, lo que tenemos conocimiento es que es un animal que deambula por la zona y que después del ataque desapareció».
Carusillo remarcó que «esta situación es gravísima, y para que se dé se suman dos factores: que un perro ande deambulando solo por la calle sin control de sus propietarios, y en segundo lugar también tiene que haber un poco de control por parte de los padres, porque es peligroso que un menor de seis años se acerque y tome contacto con los animales de compañía, porque nunca sabemos cómo pueden reaccionar».
El perro atacante sería de gran porte y luego del ataque desapareció, por lo cual se estima que su propietario no tomó conocimiento del hecho.
En este punto, la titular del IMUSCA describió que los perros tienen un repertorio conductual que los puede volver agresivos, siendo los más comunes la competencia alimentaria y la competencia sexual.
Por otra parte, aclaró que el tamaño del animal no es determinante de su grado de agresividad, aunque sí del tipo de lesiones que puede provocar.
«Tenemos que enseñarle a nuestros hijos que los perros que tenemos en casa no son iguales a los que vemos en la vereda, o los de la vecina. No siempre van a reaccionar de la misma manera. Esperamos mucho de los perros, pero los que tenemos que hacer mejor las cosas y tomar conciencia somos los humanos», razonó la funcionaria.
