(PR/Norma Migueles) El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario, integrado por los Dres. Osvaldo Facciano –en carácter de Presidente-, Otmar Paulucci y Eugenio Martínez Ferrero, -como vocales-, asistidos por la Secretaria, Dra. Mariángeles Usandizaga, condenó a Matías Ernesto Álvarez a la pena de 15 años de prisión como jefe de una banda dedicada al narcotráfico.
El fiscal general de la causa Fernando Arrigo, había solicitado 18 años de prisión a la banda narcocriminal cuyo líder y financista manejaba desde su lugar de detención, quien está también imputado por haber ordenado un atentado contra una mujer.
El juicio que comenzó el 6 de febrero en la ciudad de Venado Tuerto, y de los aproximadamente 15 integrantes, solo llegaron cinco, el resto abrevió.
Las condenas dispuestas por tribunal fueron: Matías E Álvarez 13 años de prisión por tres hechos con una multa de 4.500.000 de pesos, unificando una condena previa por abuso de arma de fuego, estableciendo una pena única de 15 años.
En tanto que Luciano Martín Álvarez, fue condenado a 7 años de prisión y a pagar una multa de $ 600.000; Maximiliano Gonzales a 11 años de prisión por ser integrante de la banda y unificando una condena previa y a pagar una multa de 900 mil pesos; Kevin Aranda 7 años y multa de 600 mil pesos; Daniel Antonio Núñez, cinco años y seis meses de prisión.
El bicho Álvarez
Matías Álvarez se encuentra detenido en la cárcel federal de Marcos Paz. La investigación para atrapar a gran parte de la banda manejada por Álvarez se inició a partir de una denuncia anónima que llegó por correo a la fiscalía federal de Javier Arzubi Calvo, y que alertaba sobre una organización que vendía al narcomenudeo. Después de una serie de escuchas pedidas por el fiscal, se reveló que las llamadas provenían de una cárcel ubicada en calle Francia al 5200, en la ex Alcaidía de la Jefatura de Rosario, en la que Álvarez estaba detenido.
En 2018, descubrieron que el recluso era el cabecilla de la banda que operaba desde adentro, y quien ya había montado una superestructura jerárquica de alrededor de 50 personas.
Las pesquisas establecieron que Álvarez llevaba adelante su negocio por teléfono desde su celda y distribuía las tareas a los distintos miembros. Los cientos de minutos de audios que fueron analizados dieron cuenta de que el líder de la banda era actualizado diariamente por los “mulos”, sus empleados, sobre las novedades de su “empresa”.
El nombre de Álvarez reapareció el año pasado y a principios de este por amenazas al intendente de Venado Tuerto, al senador, funcionarios y a la fiscal de Melincué, Susana Pepino, para que no los trasladaran del lugar de detención.
Además, y mucho más grave, al peligroso sujeto se lo investiga por una balacera que sufrió su ex pareja domiciliada en Firmat y el homicidio de una joven que recibió 17 balazos en la vereda de un domicilio en barrio Carlos Casado de esa misma ciudad.
