La elefante Kenya, quien vivió más de tres décadas en el exzoológico de Mendoza, comenzó un histórico viaje hacia la libertad. La caravana que la custodia y acompaña se dirige hacia el Santuario de Elefantes de Brasil, en un traslado que marcará el cierre de un ciclo de 136 años de cautiverio de elefantes en Argentina.
Este operativo, que abarca una distancia de 3.600 kilómetros, es considerado un hito en el ámbito del bienestar animal en América Latina. El contingente partió de Mendoza el viernes y en la noche del sábado, fue avistado por la ciudad de Nogoyá.
La última elefanta del exzoo de Mendoza, partió hacia el Santuario de Elefantes de Brasil, luego de siete años en los que se entrenó para estar tranquila en su contenedor y recorrer una ruta que la llevará a una vida con otros de su especie, en un predio de 1500 hectáreas en el Mato Grosso.
Su traslado marcará un hito para el personal del Ecoparque de Mendoza y la Argentina, ya que el proceso de preparación de Kenya comenzó en 2017 con entrenamientos para obtener su colaboración para las revisiones veterinarias y la obtención de muestras para el Certificado Veterinario Internacional, así como para que afronte el viaje con el mínimo estrés posible.
Kenya tiene 44 años y llegó a Mendoza por canje en 1985 mediante un convenio con el zoológico alemán Tierpark Hagenbeck. Nació en 1981 y arribó al entonces Zoo de Mendoza con solo 4 años. Hoy su caso hace historia en Argentina.
La elefanta va en un contenedor especialmente diseñado para su especie, en cumplimiento con las normativas internacionales de CITES, que dan pautas estrictas para el transporte de animales vivos.
Durante el traslado, solo tres personas tendrán contacto directo con la elefanta, ya que la prioridad es que esté tranquila y se sienta acompañada: Scott Blais, fundador del santuario, la veterinaria experta Trish London y el entrenador de Kenya, Marcos Flores.


