Aún en tiempo de crisis para el Estado comunal el esquema tributario progresivo que baja la carga impositiva (de tasas en este caso) a los más chicos y grava un poco más a los más grandes, ha consolidado en Wheelwright un mapa productivo inclusivo donde los pequeños productores, que son los que dejan sus recursos en comercios locales y dando trabajo en el pueblo; han sido protegidos y mimados.
En marzo de 2020 se cumplen 17 años de tasa rural segmentada en la Comuna de Wheelwright, la primera en la región en implementar este modelo de redistribución que hoy cobra una notable actualidad.
En el marco de una fenomenal crisis económica, esta metodología que iguala los esfuerzos y permite contar con recursos para cubrir las necesidades fundamentales de los pobladores, vuelve a tener una vigencia especial y recobra importancia la decisión sostenida de las diferentes autoridades que pasaron por la conducción comunal. «La medida fue construida junto a los pequeños productores de nuestro distrito, consagrando una mirada progresiva de los aportes que deben hacer los contribuyentes. Lo hicimos 5 años antes de que explotara el conflicto con el campo y la 125. Federación Agraria Argentina acabó reclamando el mismo criterio que nosotros, con mucha humildad, aplicamos acá en Wheelwright», destacó Benjamín Gianetti.
Originalmente en el año 2003 se cobraban 7 litros por hectárea para todos los propietarios. Con el paso del tiempo, el sistema se perfeccionó y se estableció un criterio de segmentación para hacerlo más equitativo. De esa manera, desde 2003, en el contexto de la anterior crisis de similares características a la actual, de 0 a 50 hectáreas pagan 5 litros; de 50 a 100 pagan 6 litros; de 100 a 200 pagan 8 litros; de 200 a 300 pagan 10 litros; y más de 300 pagan 13 litros.
«Estamos muy orgullosos de esta política pública que nos colocó a la vanguardia en la región. Cuando se tiene bien en claro cuál es el sujeto agrario a proteger desde el Estado, la decisión política surge por su propio peso, y los beneficiados son todos los miembros de la comunidad porque son los pequeños productores los que invierten su dinero en el circuito económico de nuestra localidad. Ese dinero, sin dudas, queda acá», concluyó.
