(PR/Giuliana Ghignone) En el Día del Orgullo Mayor, profesionales de Venado Tuerto acercaron a los ciudadanos información acerca de esta fecha, promoviendo un cambio en la mirada hacia quienes transitan la tercera edad.
«La fecha es para concientizar desde un lado positivo porque si no todo lo que tiene que ver con el envejecimiento es negativo, vivimos en una sociedad muy estereotipada, ‘viejista’, donde la vejez es algo negativo, pasivo», explicó la psicogerontóloga Gisela Muselli.
Por la mañana, en plaza San Martín y horas más tarde, en el Parque Municipal, Natalia Mamondi, quien se desempeña como trabajadora social, junto a Gisela Muselli dialogaron acerca de la fecha con las personas que se acercaban a charlar, brindando información y escuchando historias y sensaciones de muchos de los protagonistas.
«El hecho es ubicarlo en un lugar de orgullo, por los años vividos, por la experiencia adquirida, por todo aquello que se puede seguir haciendo y por la contribución de estas personas a lo largo de toda la vida a la comunidad», sumó Mamondi.
«Hacerlo visible para que se pueda seguir pensando en estos espacios desde lo pequeñito y transmitirlo a que se pueda generar, inclusive, políticas públicas en este sentido. Argentina se está convirtiendo en un país cada vez mas longevo y vamos en retroceso porque las últimas políticas públicas que han surgido no benefician a las personas mayores, el acceso a oportunidades, a la reivindicación de sus derechos como sujetos activos de derechos», agregó.
Tras destacar que existen multiplicidad de vejeces, ambas profesionales remarcaron la importancia de «empezar a pensar que la vejez no es un constructo como nos enseñaron hace mucho, nos pasa que hoy son muy juzgados determinados discursos entorno a colectividades o grupos y todavía, al día de hoy, sigue existiendo mucho el comentario del ‘viejo’ como algo algo negativo y somos muy pocas las personas que estamos alentando a que se piense en esto».
Finalmente, hicieron hincapié en la necesidad absoluta de que los profesionales también se capaciten para acompañar a esta edad etaria, al igual que las instituciones. «Para corrernos de estos modelos completamente asistencialistas y biologicistas donde todo el tiempo se está atendiendo al ‘viejo’ como si no pudiese por sus propios medios», completaron.
