Pese a las casi nulas restricciones aplicadas en Brasil, el impacto del coronavirus llevó a una crisis de empleo sin antecedentes en el siglo XXI. Un millón de personas perdieron su laburo en el último trimestre y el empleo privado se encuentra por el suelo.
Casi 14 millones de brasileños son desocupados. Representa el 14,4% de la población económicamente activa, que también se redujo notablemente en el último trimestre: cayó un 3,2%. Eso quiere decir que 3,2 millones de personas no tienen trabajo y además ni siquiera están impulsadas a buscarlo.
La crisis del empleo no tiene antecedentes en los datos de la Encuesta Nacional Continua por Muestreo de Hogares del Indec de Brasil, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, cuya serie comienza en 2012. El desempleo, ahora del 14,4%, era del 12,9% en el trimestre anterior y del 11,8% en el mismo trimestre (el tercero) de 2019. El efecto de la pandemia es evidente y no se detiene. Hoy hay 13.794.000 personas desocupadas, 1.083.000 más que en el trimestre pasado y 1.229.000 más que en el mismo período del año pasado.
La población con empleo cayó a 81,7 millones, 4,3 millones menos respecto del trimestre anterior y 12 millones menos respecto del mismo período del año pasado. La ocupación se encuentra en el 46,8%, el porcentaje más bajo de la serie de del IBGE. El trabajo sin registrar alcanza el 38%.
Los trabajadores del sector privado, sin contar empleo doméstico, están en el menor nivel desde que hay registro: son 29.067.000, dos millones menos que en el trimestre anterior y cuatro millones menos que en el mismo trimestre de 2019. Los cuentapropistas son 21,5 millones de personas: 894 mil menos que en el trimestre anterior y 2,8 millones menos que en el mismo período de 2019.
Fuente: Pausa
