Corren las últimas horas de los peajes de la ruta 33 en Venado Tuerto y Casilda, y los trabajadores siguen en la incertidumbre sobre cuál será su futuro laboral. Lo que empieza a tomar forma es la versión de que se implementará un sistema de cobro electrónico, similar al utilizado en la capital chilena, con lo cual se requerirá de menor cantidad de personal.
A partir del 1 de julio, según el pliego de condiciones para la construcción de la Autopista 33, dejarán de funcionar las cabinas de peaje y el destino de los trabajadores quedará en una zona neblinosa que todavía no termina de disiparse.
“Todavía no sabemos nada, hay muchas idas y venidas. Supuestamente se extendería un mes más hasta el 30 de agosto, pero firmado no hay nada, no salió nada en el Boletín Oficial, así que seguimos con la misma incertidumbre”, comentó Gustavo Rodríguez, uno de los delegados de los trabajadores del peaje en Venado Tuerto.
Según explicó el dirigente las actuales cabinas desaparecerían porque se implementaría un nuevo sistema de peajes, que sería muy similar al aplicado en Chile, que “prácticamente no tendría trabajadores en las cabinas. El peaje se seguiría pagando, porque en definitiva lo que querían era eliminar trabajadores”.
Rodríguez también mostró sus reparos sobre los avances de los trabajos para la construcción de la autopista, “hasta ahora hay muchos anuncios, muchos carteles, pero han movido muy pocos camiones, muy poca tierra, no hay muchas posibilidades de que las obras empiecen rápido”.
Pago electrónico
El sistema de peaje free flow corresponde al método de cobro de peaje electrónico empleado en el Programa de Concesiones Urbanas en la cuidad de Santiago en Chile. Dicha aplicación permite el paso de los vehículos sin que se requiera detener ni interferir la marcha de los usuarios para el cobro de la tarifa. Al vehículo se le debe adherir un dispositivo denominado tag o transponder, que se ubica en el parabrisas, y a través de una conexión se efectúa la transacción en un sistema de postpago.
