El Frigorífico Swift pagó una multa de 50 millones de pesos en virtud de las irregularidades ambientales detectadas en su planta de Venado Tuerto, y al mismo tiempo comprometió una serie de obras para mitigar el impacto de los malos olores que afectan a toda la zona, especialmente a los vecinos del barrio Santa Rosa.
El establecimiento había sido clausurado parcialmente a mediados de febrero tras los reclamos por la emisión de olores nauseabundos. Aquella inspección determinó “graves irregularidades” como el volcamiento de desechos cloacales en un canal de desagües pluviales.
Así, en el momento, además de la clausura parcial, intimaron a la empresa a que regularice la situación y se dio traslado al Tribunal de Faltas Municipal para que determine la multa económica, la que se conoció ayer.
Vía redes sociales, el intendente Leonel Chiarella detalló que lo obtenido será destinado al avance del proyecto del Área Recreativa Norte, la refacción del centro de salud del barrio Santa Rosa y el emisario de calle Dimmer entre ruta 8 y Monteagudo.
“Son todas obras con beneficio directo para los vecinos de la ciudad. Y más allá del pago de la multa, vamos a ser muy rigurosos con los controles para que se cumpla lo acordado. Una vez más, demostramos que no hay privilegios para nadie”, enfatizó Chiarella.
Daño ambiental y remediación
Sobre el tema, el secretario de Desarrollo Productivo, Santiago Meardi, manifestó que “la sanción económica ya fue pagada, pero también implicó la remediación del volcado, un estudio con profesionales para determinar el daño ambiental y después el retiro de esos efluentes con camiones atmosféricos junto a la Cooperativa de Obras Sanitarias”.
Por otro lado, “se inició en el frigorífico una obra interna, una cámara séptica integral desde la cual se retiran los líquidos cloacales en camiones” con cierta periodicidad; en consecuencia, “el canal a cielo abierto se cerró y funciona ahora solo para pluviales”.
“Con todo esto mitigamos la situación, pero además tenemos un compromiso de obras a través de un convenio. Ya el frigorífico pagó la obra para la conexión cloacal de la planta y la Cooperativa inició los trabajos. En cuanto al proceso productivo, adecuaron la recolección de sangre en un espacio refrigerado y hace unos días nos reunimos con importadores para asegurarnos la disponibilidad de los productos biológicos que se aplican en las lagunas, lo que permite regular la actividad biológica, que es lo que produce la emanación de olores”.
Como cierre, el funcionario añadió que “acordamos también un cronograma de obras donde todo el proceso productivo, la etapa primaria anterior al volcamiento de efluentes en las lagunas, tiene que ser modificado y readaptado con una fuerte inversión de parte del frigorífico”.
