El índice de salarios que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) acumuló una suba de 26,6 por ciento en once meses del año pasado, contra una inflación minorista del 43,9 por ciento en el mismo período. Así, la pérdida del poder de compra de las remuneraciones fue superior a los 17 puntos porcentuales.
El Indec informó que las remuneraciones aumentaron 2,9 por ciento en noviembre último respecto de octubre, y volvieron a quedar rezagadas respecto de la inflación, que en ese mes fue del 3,2 por ciento. Este resultado se obtuvo luego de que el índice de salarios privados aumentara 2,6 por ciento, el de los trabajadores del sector público 2 por ciento y el de los no registrados el 5,3 por ciento, según el organismo estadístico.
Cuando aún falta registrar las variaciones de diciembre del 2018, el acumulado del año pasado mostraba un aumento salarial del 26,6 por ciento contra una inflación del 43,9 por ciento.
Entre enero y noviembre, el índice de salarios del sector privado aumentó 28,3 por ciento, el de los trabajadores del sector público el 27,2 por ciento y los «no registrados» 21,5 por ciento.
Con una inflación del 48,9 por ciento entre noviembre del 2018 e igual mes del 2017, la suba en el sector privado fue del 29,2 por ciento, el público 27,8 por ciento, los trabajadores «en negro» 25 por ciento; en promedio, el índice avanzó 27,9 por ciento.
A comienzos de mes, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, aseguró que la discusión salarial para este año «se basa en la capacidad de absorción de cada sector. Un sindicato puede pedir el 45 por ciento, pero si el sector lo acepta y no lo puede absorber por rentabilidad o precios, impacta en el empleo».
Según Sica, a la hora de las negociaciones «el sindicato va a mirar las dos variables: ingreso y empleo. Nosotros decimos que con mayor estabilidad de precios, prefiero cláusulas de revisión y no gatillo».
