(PR/Norma Migueles) La palabra fue para Eva Duarte de Perón, de cuya muerte ocurrida el 26 de julio de 1952 se cumplen 69 años, una herramienta con la que dar cuenta de la realidad y construir una presencia. Y también, por qué no, un acto de amor. Los discursos de Evita, ya orales, ya escritos, fueron contribuyendo a crear una identidad, un imaginario, una utopía que terminó por trascender al peronismo.
Expresiones como “mis grasitas”, “mis queridos descamisados” o “compañeras trabajadoras” irrumpieron en el discurso público, resultando disruptivas para la verba anquilosada de “la política de los políticos”. Además, corrieron el velo que invisibilizaba a trabajadores, mujeres, campesinos y marginados.
Sin muchos concurrentes, pero con la presencia de hombres y mujeres de significativo peso político, incluyendo a los integrantes de la conducción del PJ venadense, se recordó a la madre de los “descamisados”, la primera mujer que lideró las masas obreras. Hoy con un alto significado en tiempos en los que la mujer puja por la igualdad de género y oportunidades.
El acto se desarrolló en la Plaza Juan Pablo Segundo, frente al mural reconstruido en el espacio que da a las vías, con la promesa de que para el próximo año se recuperará la obra de Nadia Nawelaerts, hecha con técnica de mosaiquismo con frente a Sarmiento, y que ha sido parcialmente vandalizada.
En este compartido homenaje a la mujer peronista, expuso su frescura la pre candidata a concejal, Andrea Pignata, quien entre otros conceptos señaló, “voy a tomar la frase de Eva cuando dijo “donde hay una necesidad nace un derecho” y ese tiene que ser nuestro espíritu para construir la ciudad que queremos, ver dónde están las necesidades hoy y saber lo que tenemos que hacer. Por eso nos centramos en esta convocatoria abierta a construir proyectos con el mismo afecto sincero con el que hoy nos saludamos en este lugar”.
