(Martín González – SumáVenado) En los últimos tiempos se comenzó a hablar con intensidad sobre un tema que nosotros consideramos una de las mayores problemáticas que hoy tiene la ciudad, sino la mayor: la posibilidad de poder acceder a un lote en Venado Tuerto.
Hoy claramente el 80 % de los venadenses están imposibilitados de acceder a un lote en su ciudad, y esto tiene que ver básicamente con dos cosas: la especulación corporativa de las inmobiliarias que operan en la ciudad; y la participación de capitales surgidos de actividades altamente rentables en nuestra zona, como lo es el boom sojero que se dio en los últimos años.
Este proceso arrojó como resultado la concentración de la tierra en la ciudad, y por lo tanto, la suba del precio de los terrenos a valores inalcanzables para la mayoría de los habitantes. Hoy un trabajador en Venado Tuerto debe conformarse, en el mejor de los casos, a pagar un alquiler que se lleva un porcentaje muy importante de sus ingresos, condenándolo de hecho a seguir así toda la vida.
Por todo lo expuesto, llama poderosamente la atención que algunos concejales salgan a plantear que hay que eximir a los inversores de los gastos de infraestructura cuando se realiza un loteo privado. Es plantear que quienes ya están haciendo enormes negocios con la concentración del suelo y la especulación inmobiliaria, puedan incrementar aún más sus ganancias. Es además plantear que quien hace un enorme esfuerzo para finalmente comprar un terreno, ni siquiera lo pueda adquirir en condiciones básicas de habitabilidad.
Queremos decirlo claramente, la única manera de volver a tener terrenos accesibles para las mayorías es intervenir en el mercado. Desarrollar una gestión pública del suelo urbano para generar un stock de tierras urbanizables, que luego sean puestas a disposición de las miles de familias venadenses que hoy no tienen posibilidad alguna de soñar con el techo propio.
