(PR/Gustavo Brianza) El venadense Román Maldonado conquistó su primera txapela luego de consagrarse campeón del Individual de Pala 2024, en el frontón Bizkaia de Bilbao, tras superar en la final a Iñaki Urrutia por 3 a 0 (10-5, 10-9 y 10-2).
En el primer parcial Maldonado fue superior y se lo adjudicó 10 a 5. El segundo fue muy reñido y se decidió justo al final, a favor del argentino, por 10 a 9. En tanto, en el último, fue contundente, dejó sin opción a su rival y lo cerró 10-2.
Luego de conseguir el campeonato, Román en declaraciones a EITB, la Radio Televisión Pública Vasca, contó: “La semana previa fue muy dura, pero pude gestionar los nervios muy bien, igual en la cancha quedó demostrado que Iñaki sufrió más los nervios (risas). Le di mucha guerra, lo dejé todo en la cancha y me llevo el mejor premio”.
Consultado sobre el pedido de su hermano Agustín, quien desde afuera de la cancha le pedía que “en cada pelotazo dejara el alma”, Román aseguró: “Me echaba la bronca cada vez que le pegaba un poquito flojo, pero era que no me daba más el cuerpo, él sabe que me tiene que presionar y llevar al máximo. Los últimos dos pelotazos los di con mi vida, con la fuerza de mi familia y por fin se me dio”.
Uno de los pasajes más complicados del juego para Maldonado fue en el segundo parcial cuando perdía 8-9 y estaba a un punto de perder el parcial. «Fue un momento muy duro, estamos para sufrir esas situaciones, pero reconozco que tuve un poquito de suerte. Siempre se necesita una cuota de suerte para salir campeón, eso que dicen que se gana a toda costa no es tan así. Hoy, me ha tocado a mí y al final el esfuerzo tuvo su premio”.
Sin dudas que luego de haber llegado a Euskal Herria (País Vasco) hace tres años, el éxito que consiguió Román Maldonado es el logro más importante en aquellas tierras. “Desde que tengo 11 años que sueño con esto. Cuando firmé el contrato acá sabían que no quería ser uno más, sino que me quería esforzar para lograr títulos como estos”, remarcó.
Por último, le dedicó esta conquista a su familia. “Mi padre no pudo venir porque tuvo que trabajar, él sufre como nadie y seguramente estará llorando con mi hermana. Acá me abracé con mi mamá que es el motor de la familia y no me quiero olvidar de mi novia que está en Australia”, concluyó.
Fotos: gentileza @asiierphto
