(PR) A principios de enero, el Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Educación -dependiente del Ministerio de Capital Humano- dio de baja del portal Educ.ar contenidos relacionados con la ESI (Educación Sexual Integral). Entre los recursos censurados se encuentra la canción Hay secretos, del grupo santafesino Canticuénticos.
La composición, creada por Ruth Hillar, alienta a los niños a que puedan denunciar situaciones relacionadas con abuso sexual. «La ESI es completamente indispensable y los docentes necesitan esos contenidos para trabajar”, sostuvo la compositora.
En la misma línea, la cantante remarcó que «la canción ayudó a muchos nenes y nenas a poder hablar y contar ese tipo de situaciones y, a partir de allí, empezaron a recibir ayuda».
Cabe recordar que en Zapala, provincia de Neuquén, por ejemplo, un docente de música le enseñó la canción a sus alumnos y, a partir de ese momento, una niña pudo exponer una situación que llevó a la condena de un abusador mayor de edad. En efecto, la magistrada que impuso la sentencia, ordenó poner el tema musical durante la audiencia judicial y felicitó al profesor por haber tomado la iniciativa de que los niños lo aprendan.
En Venado Tuerto, quienes se hicieron eco de lo que había ocurrido con el tema Hay Secretos fueron los docentes Gabriel Zarich, quien además es un destacado músico y compositor de la ciudad, y su pareja, Flavia Boglione, que es titular de la Cátedra de Sexualidad Humana y Educación (ESI) en el Profesorado de Educación Primaria del IES N°7.
A partir de lo ocurrido, con la decisión de Nación de bajar la canción de Cuanticuénticos, decidieron realizar una convocatoria abierta a todo el país para lograr una nueva versión, la que será estrenada en los próximos días.
Sobre lo ocurrido, Zarich señaló que «hay un embate clarísimo del Gobierno contra la ESI, en ese embate de sacar contenidos del portal de educación de la Nación, llegaron a una cosa tan absurda como bajar textos de Maria Elena Walsh y la canción Hay Secretos de Canticuénticos, uno de los temas más hermosos y bellos que he escuchado en los últimos tiempos y que fue tan valioso para trabajar temáticas complejas con niños de manera sencilla».
«No hay docente de música o seño que no te pueda contar algo lindo o algo positivo que le pasó al trabajar con Hay Secretos en el aula. Cuando se produce la censura de la canción, se me ocurrió armar una base instrumental y llamar a todo el mundo a que quisiera cantarla, como una suerte de solidaridad con el grupo», contó.
Al respecto, destacó: «Publiqué la convocatoria en mis redes sociales y en las de Canticuénticos y me empezaron a llegar mensajes de muchas partes del país. La defensa de esta canción y la de María Elena de parte de muchos docentes del país, hizo que rápidamente la canción volviera al portal, pero nosotros ya lo habíamos encarado y, bueno, estamos a punto, en un par de semanitas más, de estrenar una versión federal de esta bellísima baguala de Ruth Hillar, que se llama Hay Secretos«,
Tan amplia y exitosa fue la convocatoria, que de la nueva versión aportaron su talento artistas de Venado Tuerto, Jujuy, Neuquén, Entre Ríos, Buenos Aires y Santiago del Estero, entre otros lugares.
«La versión musical a la que vamos a arribar está muy buena porque se ha enganchado un montón de gente de mucha valía y en el medio aparecen algunos amigos que me dicen ‘yo quiero estar’, a los que les dijimos ‘el estribillo final es tuyo’. Así aparecen docentes, gente de los medios, personalidades con un fuerte compromiso con la educación y con el cuidado de las infancias vulnerables. A lo mejor no tienen una gran experiencia en el terreno de la música, pero está bueno que esas caras y esos nombres, también estén en la canción», valoró.
En consecuencia, afirmó que «hay un estribillo final en el que cantamos todos, porque, justamente, Hay Secretos forma parte de ese grupo de canciones que se denominan ‘una que sabemos todos'».
Por su parte, la profesora Flavia Boglione opinó que «esta censura se hace en el marco de quitar una propuesta didáctica. O sea, no se trata de un tema que estaba colgado, sino que esa canción, como así también los cuentos de María Elena Walsh, formaba parte de una propuesta didáctica que apuntaba a que los chicos pudieran expresar aquellos secretos y trabajar en cosas que les hacen mal«.
«A veces los chicos no se animan a contar algo feo que les está pasando, porque a veces en esto del secreto hay historias oscuras. Por eso, está bueno que ellos, a través de la música, saquen esos secretos», recalcó.
Posteriormente, manifestó que «la ESI, por ejemplo, es eso, trabajar en aprender a contar o expresar lo que nos está pasando, la ESI no es sinónimo de sexo o de genitalidad. La palabra ‘sexualidad integral’ (ESI) habla de la integralidad de las personas, y las personas no somos solamente el cuerpo biológico, y la ESI trabaja esa integralidad: la dimensión afectiva y no solamente la dimensión biológica».
«Es aprender a escucharnos y más en los más pequeños para que puedan aprender a contar lo que les pasa, aprender a decir no», puntualizó.
Respecto a la cuestión pedagógica, Boglione aseguró que «como formadora, soy titular de la Cátedra de Sexualidad Humana y Educación, o sea, de ESI, en el Profesorado de Educación Primaria y es una cátedra que obtuve por concurso». «La ESI se estudia, es decir, hay definiciones es un campo especializado. Como existe la matemática, y yo no le puedo enseñar todo lo de matemática a mi hijo en mi casa, también hay un campo especializado que tiene que ver con la sexualidad», ratificó.
«Tanto en el portal Educ.ar como el sitio oficial del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), que nuclea a todos los profesorados del país, nos bajaron todos los materiales a los que recurrimos para enseñar todos aquellos docentes que somos formados», completó.
Letra de «Hay Secretos»
Hay secretos chiquititos
que te invitan a jugar
y hay secretos tan enormes
que te vienen a asustar.
Hay secretos livianitos
que te llevan a volar
y hay secretos tan pesados
que no dejan respirar.
No se tienen que guardar
los secretos que hacen mal.
No se tienen que guardar
los secretos que hacen mal.
Si no alcanzan las palabras
para lo que hay que contar,
inventemos otro idioma.
Siempre te voy escuchar.
Acá estoy, quiero ayudarte.
Sé que decís la verdad.
Ya no habrá que andar con miedo
porque te voy a cuidar.
No se tienen que guardar
los secretos que hacen mal.
No se tienen que guardar
los secretos que hacen mal.
Ya no habrá que andar con miedo
porque te voy a cuidar.
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