ESCUCHA RADIO MIL9
ESCUCHA RADIO MIL9
lunes 6 mayo 2024
18.5 C
Venado Tuerto
InicioDestacadasFemicidio de Patricia Zeballos: La muerte único camino de salida de un...

Femicidio de Patricia Zeballos: La muerte único camino de salida de un universo de violencia

(PR-Norma Migueles) El 16 de noviembre a primera hora de la mañana una jovencita de estatura pequeña (casi una niña) salió corriendo de una modesta vivienda ubicada en Laprida al 1100 de Venado Tuerto y con desesperación golpeó la puerta de una casa vecina pidiendo ayuda.

Luego el lugar se llenó de policías, todos en el vecindario del barrio Ciudad Nueva conocían a Patricia Zeballos, una morena delgada, madre de cinco niños, pero también conocían a su esposo, un carpintero que sometía a la familia a situaciones de extrema violencia, al punto que algunas veces los vecinos llamaron a la policía, pero como en muchos casos similares, luego la mujer desistía.

Por esa violencia uno de los hijos de Patricia huyó de la casa buscando desesperado la contención en su padre biológico. Su hermana mayor no tuvo tanta suerte, se quedó en con su madre sufriendo el calvario del abuso sexual desde que tenía 9 años de edad.

Patricia fue hallada sin vida y apuñalada en su cama, vestida, con algunas heridas cortantes en las que tenía una suerte de tapones para evitar que la sangre manara.  Luego se supo que su marido había dormido con el cadáver toda la noche. Dejaba cinco niños, uno de tan corta edad que su memoria seguramente no podrá retener la imagen materna.

En noviembre de 2019 la justicia condenó a José Luis Fuentes, marido de Patricia, a cadena perpetua en prisión, resolución del Tribunal Pluripersonal conformado por los Dres. Leandro M. Martín, Silvina L. Marinucci y Eduardo A. Bianchini y posteriormente ratificada por la Cámara de Apelaciones integrada por los magistrados Tomás Orso, Daniel Curik y Juan Pablo Lavini Rosset.

La fiscal de la causa fue Paula Borrello, (hoy magistrada) y admite con dolor que este fue uno de los casos que más marcó su vida por el horror que les fue mostrando la investigación.

-Dra Borrello, usted fue la primera representante de la justicia que tomó intervención en el femicidio de Patricia Zeballos. ¿Cuál fue su primera impresión al llegar al domicilio de Laprida al 1100?

En esos momentos yo era fiscal adjunta en el MPA de Venado Tuerto y estaba de turno cuando a las 9 de la mañana la policía me avisó de que había una mujer posiblemente fallecida en ese domicilio.  Al llegar ingresé a una vivienda muy humilde, con mucho desorden. Pero lo más llamativo era que la víctima se encontraba sin vida en la cama matrimonial y ya con un rigor cadavérico que denotaba que había fallecido hacía varias horas. Encontré detalles que me llevaron a pensar que ese no era el lugar del crimen. Era una habitación pequeña con una cama matrimonial y algunas cuchetas donde dormían los 5 chicos. Revisamos el cuerpo y vemos que tenía heridas de arma blanca y en ellas había una especie de tapón casero de papel y muy poca sangre en la cama. Lo más llamativo era que había sido traspasado el cuerpo de un lado a otro, porque la mujer era muy menudita, un cuchillo de tamaño importante que luego hallamos.

-¿Cómo se fueron dando los sucesos de esa noche?

En principio lo investigamos con la Policía Científica y el forense como un homicidio, sin saber quién era el autor. La mayor de las nenas nos había dicho que en la casa también vivía su padrastro y que había salido temprano para ir a su trabajo; lo fuimos a buscar y nos dijeron que no se había presentado. La nena, si bien era una adolescente, tenía un retraso madurativo y solo le podíamos hacer preguntas básicas. Nos contó que la madre había salido al patio en la noche y José Fuentes, su marido, salió detrás de ella. Cuando el volvió ya solo ella quiso ir al baño que está en el patio y le dijo que la madre estaba descompuesta que se quedara dentro. La chica también narró que luego lo vio entrar con la madre en brazos y después todos se durmieron. A la mañana el dejó algo de dinero para la comida y se fue temprano. Antes advirtió que no la molestaran porque “no se sentía bien”.

-¿Cuándo se produjo el hallazgo del hombre?

Lo empezamos a buscar, porque no estaba en el trabajo  y hasta ese momento no sabíamos que había pasado, si hubo un tercero que intervino. Pero ya habíamos revisado la casa y nos fuimos a un galpón de trastos que estaba en el patio  cerrado. Pero bastó un tirón para abrirlo porque estaba atado del lado de adentro  con un alambre. Primero ingresó el personal de científica y la oficial  se dio vuelta y me dijo “Paula acá hay otro cuerpo”. Ingresa el médico forense y ven que respiraba, tenía una herida en la boca del estómago y a su costado un cuchillo grande. No debemos olvidar que hasta  ese momento no conocíamos a Fuentes y no sabíamos quién era ese hombre, que no hablaba. Lo enviamos en forma inmediata con el servicio de emergencia para su atención.

-¿Aparecieron nuevas evidencias?

Seguimos trabajando en el galponcito y vimos que había agua sanguinolienta en el piso, un corpiño con manchas de sangre y un corte, también en otros objetos como una cubierta, trapos, las manoplas de una bicicleta o cortadora. Allí es cuando pedimos colaboración de Gendarmería que tienen un laboratorio muy bueno y que nos permitía trabajar con mayor seguridad. Posteriormente un policía halló una prenda de Patricia en un pozo ciego, en la que hallamos un corte y más sangre y también un jean, lo que nos permitió determinar que al momento de su muerte Patricia tenía otra ropa y que el cuerpo había sido lavado y luego del informe forense murió por exanginacion.

-¿Cuándo determinaron que Fuentes podría haber intervenido?

Mientras trabajamos en el lugar, la policía averiguó las características físicas de Fuentes y entendimos que el hombre que hallamos era él y que la herida, que era de data reciente, se la auto infligió cuando estaba en el galpón, luego de intentar limpiar y ordenar el lugar donde se produjo el homicidio.

-La preparación para el  juicio le demandó un tiempo importante. ¿Porque fue?

En esos casos de femicidio hay un patrón donde el agresor intenta quitarse la vida y justificar por qué lo hizo y los defensores apuntan a comprobar la inimputabilidad, correrse del femicidio, solo agravarlo por el vínculo y lograr la emoción violenta, que impacta en el monto de la pena. Trabajamos mucho con el equipo de salud mental del Hospital y concluyeron que estaba lúcido al momento del hecho, en tanto que la defensa sostuvo que era inimputable por una patología que sufría. Nos llevó mucho tiempo armar la línea probatoria en ese sentido, ya que no hubo discusión sobre la muerte y la autoría. También debimos probar el contexto de violencia  familiar y  de género.

-¿Cómo vivió esta causa como fiscal y como persona?

Era una causa compleja sobre la que trabajé  mucho tiempo y es imposible que por sus características no te movilice. Pude ver todas las miserias humanas resumidas en esa familia. Con una mujer que no quiso denunciar, alejada de sus vínculos familiares y sus hijos sufriendo esa violencia.  El hijo mayor de Patricia huyó desesperado a buscar refugio en su padre biológico y la nena mayor era abusada desde los 9 años. El tribunal entendió que se acreditó que existía una relación de sometimiento y poder de Fuentes hacia Patricia que daba lugar a esa violencia física, psicológica, económica y simbólica en la que vivían y lo condenó a prisión perpetua, siendo esta la primera sentencia en el nuevo sistema penal que se condena a un adulto con esa pena.

-¿Cuál es hoy su visión de la causa?

Fue una causa con un sinnúmero de matices sobre los que tuvimos que trabajar mucho para que la causa fuera solida  y lográramos la condena por femicidio, que fue lo que entendíamos había sucedido, en instancias en las que la defensa sostenía su teoría de inimputabilidad porque Fuentes no entendía la criminalidad del hecho. En forma paralela tuvimos que trabajar con Acción social por el destino de los niños, que de pronto se encontraron sin padre ni madre y con las necesidades propias de su edad. En un contexto de violencia de género por el cual perdió la vida  la madre.

-¿Cuál es su conclusión?

Creo que el Estado, en los casos de violencia de género,  debe actuar con la debida diligencia, es decir usar todas las herramientas que tiene a su alcance para respetar y garantizar el derecho de la víctima.  Una vez que se toma conocimiento que existe una situación  se debe poner en marcha el andamiaje de prevención y protección, sino estamos negando el acceso a la justicia. Se debe tratar de prevenir, luego investigar, sancionar y reparar.

 

La Cámara penal ratificó prisión perpetua al femicida

(NM) La resolución fue tomada en segunda instancia por los camaristas Tomás Orso, Daniel Curik y Juan Pablo Lavini Rosset. El condenado, José Luis Aldo Fuentes de 51 años. Los magistrados también ratificaron la autoría del delito de abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de una de las hijas menores de edad de la víctima.

La fiscal Andrea Cavallero representó al MPA en la audiencia de apelación. Acerca de la decisión de los jueces de segunda instancia, explicó que “resolvieron no hacer lugar a los planteos de la Defensa y confirmaron la pena impuesta en el juicio oral”.

La funcionaria del MPA hizo hincapié en que “la inimputabilidad del condenado fue uno de los ejes que mayor controversia generó durante el debate de primera instancia, ya que en el juicio se ofrecieron miradas encontradas de distintos profesionales de la salud”. No obstante, aclaró que “el tribunal explicó que la Defensa le otorgó valor de plena prueba al informe de la Junta de Salud Mental y se desentendió del resto del material probatorio, que ya había sido tenido en cuenta en primera instancia”.

Cavallero continuó explicando que “los camaristas aclararon que no es lo patológico lo que decide la inimputabilidad, sino la acreditación de efectos concretos que impidan comprender la criminalidad de los actos o dirigir las acciones”. En ese sentido, sostuvo que “entendieron que la condena estaba fundada en una multiplicidad de elementos probatorios coincidentes entre sí, con entidad suficiente para crear convencimiento de que Fuentes puede discernir entre lo correcto y lo incorrecto y argumentar y adecuar su comportamiento conforme a situaciones”.

La fiscal concluyó que “tanto los celos excesivos, la manipulación y el hostigamiento como los recortes de los vínculos afectivos y la dependencia económica, generaron una espiral ascendente de sometimiento que desembocó en el femicidio”.

Abuso sexual

Acerca del otro delito por el que se condenó a Fuentes, el abuso sexual de la hija mayor de Patricia, la fiscal Cavallero valoró que “los jueces tuvieron en cuenta que la Defensa no sostuvo la hipótesis de inimputabilidad sobre este ilícito, que fue cometido de manera reiterada durante aproximadamente nueve años”.

El hecho “fue cometido en perjuicio de la hija mayor de Zeballos, con leve retraso madurativo, en reiteradas oportunidades y aprovechando que compartía la misma casa con la menor de edad”. Y concluyó que “las agresiones se consumaron durante aproximadamente nueve años, desde que era muy pequeña y hasta su mayoría de edad”.

Te puede interesar

TE PUEDE INTERESAR

No puedes copiar el contenido de esta página.