(PR/GiulianaGhignone) La gran demanda de vivienda en la ciudad y las posibilidades limitadas que hoy ofrece el mercado generan un clima de preocupación y angustia para quienes quieren encontrar un hogar en la ciudad.
En diálogo con Pueblo Regional el corredor inmobiliario Eduardo Di Nardo, comentó que “los últimos relevamientos hechos entre casi 50 inmobiliarias matriculadas de la región arrojaron que la oferta de inmueble es casi nula. Se están renovando las casas ya alquiladas y es muy difícil conseguir algo en el mercado, al reducirse la oferta a su mínima expresión los precios “vuelan” sin techo en un ambiente de por sí inflacionario”.
En este sentido el empresario planteó que el alquiler hoy en Venado Tuerto de una casa de dos habitaciones y patio es lo más requerido por los clientes de las inmobiliarias y el valor mensual oscila entre $25.000 y $40.000 dependiendo de sus características y comodidades.
“En mi criterio la ley de alquileres es positiva había que regular un mercado que no lo estaba, al igual que los seguros las medicinas prepagas, turismo todo está regulado y eso empareja las cosas para las partes pero la inflación encendió alarmas en los propietarios que con razón no están dispuestos a perder más y se resguardan ante el año que transcurrirán sin aumento elevando el valor inicial a casi el 70% de lo que se venía pagando” explicó Di Nardo.
Más allá del costo mensual que implica un alquiler, para ingresar al inmueble se exige el pago del mes de alquiler, mes de depósito, 1 por los tres años se devuelve indexado, y honorarios del 5% por el valor del contrato “esto encareció dramáticamente el ingreso al locatario pero le da tranquilidad ya que son tres años y no dos”.
Finalmente, Di Nardo se refirió al crecimiento de la ciudad sobre lo cual manifestó “la ciudad ha crecido hacia el noreste quizá por las dos rutas que cortan el paso y el parque industrial también lo limita es el lugar hacia donde debe ir la ciudad ya que no hay impedimentos físicos. Detrás del hospital hay tres emprendimientos, más sectores que fueron subdivididos y se están ocupando plenamente. Increíblemente las gestiones pasan y un barrio que está ocupado ilegalmente, usurpado, aun no se han realizado políticas de traslado o de reinserción en otros sectores y lo más trágico es que se ha naturalizado esa situación. No figura en las agendas políticas de nadie”.
En cuanto a la demanda de terrenos Di Nardo comentó que es muy poca ”hoy sigue comprando el inversionista para resguardo y no el comprador de primera vivienda que en verdad necesita , o sea la rueda la hace girar el que no necesita”. En cuanto a los precios consideró estar dentro de lo que marca el mercado “quizás deberían venderse financiados a 60 meses y desde el estado municipal acompañar a los desarrolladores y facilitar la división de la tierra para el acceso a la misma ocupándose de algunas tareas que hoy por ordenanzas le corresponden”.


