El subsecretario de Obras Públicas, Pablo Rada, informó que avenida Cibelli (ruta 33) y Santa Fe fue el único sector afectado por las precipitaciones del fin de semana porque el agua que proviene de la orilla de la ruta desembocaba en la zona del bajo. “Desde el viernes se viene trabajando en el sector”, puntualizó Rada, destacando el uso de bombas de desagüe para evitar el anegamiento en el barrio Santa Rosa, que por estos días se ve afectado por las obras del acceso en el cruce de avenidas Santa Fe y Cibelli. En tanto que otros barrios, como el Santa Fe, no sufrieron grandes problemas de anegamiento.
El cambio de clima que se dio ayer por la tarde, con sol y viento, pudo favorecer el secado más rápido de las calles de tierra, que son las que más sufren las consecuencias de la lluvia, sobre todo por el tránsito de vehículos de gran porte.
Además, a lo largo de la jornada continuaron las tareas de bombeo en calle Mariano López y ruta provincial 7S (Av. Santa Fe) iniciadas por la mañana. Los trabajos continuaron durante toda la noche y prosiguen este martes, para bajar el nivel de agua proveniente de lo acumulado en las banquinas. Desde Obras Públicas destacaron la colaboración de la Cooperativa Eléctrica, que suministró iluminación propicia para realizar las labores.
Por otra parte, desde la Secretaría de Desarrollo Social comunicaron que ayer fueron asistidas las dos familias más comprometidas por el agua en calle 39 y Natalio Perillo y calle 39 y Formosa. Una de ellas se autoevacuó en la vivienda de un familiar, en tanto una mujer no quiso dejar su vivienda pese al anegamiento, aunque personal de Desarrollo Social volverá a visitarla en la fecha.
Caminos rurales
En tanto, y ampliando la mirada hacia los caminos rurales, vienen respondiendo bien con el sistema del Cocosor, en cuyo marco se aprovecha la bonanza climática para hacer el mantenimiento de los caminos.
Sin embargo, la región fue muy perjudicada por la lluvia, sobre todo en aquellas localidades vecinas a las grandes lagunas, que son las naturales receptoras de los escurrimientos que van llegando desde las poblaciones aguas arriba, y por haber recibido un mayor milimetraje, que varió entre 120 y 150 milímetros. En este contexto, el fin de semana hubo cortes de rutas y controles viales para evitar accidentes.
Mientras tanto, algunas poblaciones se preparaban para recibir el escurrimiento de los campos y canales de la región, en una temporada donde las altas precipitaciones se transformaron en un constante factor de preocupación.
