La situación económica de la región comenzó a percibir el encendido de algunas alarmas. Las medidas adoptadas por el gobierno nacional empiezan a tener sus primeros impactos. Las industrias atraviesan una fuerte crisis con paralización de la producción, suspensiones, despidos y amenazas de cierre. Grandes referencias regionales como Vassalli son una muestra del giro en las políticas económicas que tiene sus primeros efectos visibles.
“Por ahora estamos como flotando, sosteniendo lo que teníamos el año anterior. El problema es que las perspectivas, si las medidas que se sigan tomando repercuten de esta manera en el trabajador, vamos a estar más complicado. Hasta ahora, las medidas no compensan ni por asomo un mínimo comparado con lo que hubo en el capital. Y segundo, en lo particular, la industria está siendo relegada y eso nos va a crear, ojala me equivoque, problemas más profundos para fin de año”, afirma Luis Cuichi, secretario general de Smata General López.
Las decisiones económicas como la quita de retenciones y la megadevaluación adoptadas ni bien comenzado el mandato del nuevo gobierno significaron una fuerte transferencia de ingresos hacia los sectores concentrados del capital. En esa ecuación, los que se vieron más afectados fueron los trabajadores. “Este tipo de cosas ya lo vivimos en los ’90 y no queremos un país de servicios y agrícola-ganadero nomás. La falta de acompañamiento a las industrias provoca que haya un desfasaje muy grande”, agrega el dirigente sindical.
El anuncia de la quita del IVA para los productos de la canasta básica se presenta como un respiro ante un paquete de medidas claramente desfavorable para los asalariados. Las certezas, sin embargo, no abundan. “Nosotros hablamos sobre los hechos que se producen, como lo de ganancias, que vino con una trampa en el medio. Estamos hablando de un sueldo de 25 mil pesos. En el IVA gente que está en los cinco mil pesos. Ahí está la prioridad, hay que ayudar que la gente que está en el límite no caiga dónde después es muy difícil sacarla”, dice.
La definición de la CGT nacional
El escenario político, con el comienzo a toda velocidad en los cambios aplicados por el nuevo gobierno y la intensa movilización de la oposición, las organizaciones sociales y los trabajadores, imponía un pronunciamiento claro por parte de la CGT. La ambigüedad de su posición durante el inicio de la gestión de Mauricio Macri, acompañando el pedido de tiempo y espera, una ubicación política muy distinta al resto de las organizaciones de trabajadores que desde el primer momento anunciaron su disconformidad con el programa de gobierno, empieza a ser dejada de lado.
“La CGT ya ha tomado un posicionamiento respecto de algunas cuestiones y al dejo que hubo en las políticas nacionales de desprotección de la industria nacional. Hay una mala interpretación de las cuestiones, porque ya hay una postura. Lo que genera trabajo es la pequeña y mediana industria. Las medidas que tienen que proteger eso, facilitar el crédito, nada de eso está sucediendo”, dice Cuichi.
Las definiciones no se limitan a la región, donde las consecuencias de las políticas económicas van mostrando sus manifestaciones. “En la CGT nacional se está avizorando una toma de posición crítica. Va a haber un plenario nacional donde se establecerán los puntos a seguir en el futuro”, cierra.
