Los conflictos comunales y municipales lejos de ceder se agravan en el territorio santafesino mientras se espera de un salvataje finanaciero que ayude a palear la difícil coyuntura, tanto de administraciones que están paralizadas por atrasos salariales, como otras tantas con no menos dificultades para afrontar obligaciones.La situación, lejos de sorprender, confirma lo esperado en un marco de crisis económica que azota al país y no da tregua. El propio secretario de Regiones, Municipios y Comunas del gobierno, Carlos Torres, ya había vaticinado, como dio cuenta oportunamente LaCapital, el posible recrudecimiento de situaciones de conflictividad en distintas localidades, por lo que la provincia definió herramientas que ya está instrumentando para atemperar los impactos.
En tal sentido, el funcionario provincial explicó a este medio que ya más de una decena de municipios y comunas suscribieron convenios para acceder a una refinanciación de la devolución de adelantos de coparticipación con la posibilidad de pagar en doce meses a partir de julio de 2020 las cuotas de noviembre y diciembre. Esto implica un alivio para hacer frente a obligaciones y así evitar nuevas medidas de fuerza.
Mientras tanto también se logró, a instancias de un acuerdo de conciliación, poner fin al conflicto comunal que tuvo en vilo a Maciel tras el despido de 15 empleados que fueron reincorporados y ayer retomaron sus actividades. Pero aún los trabajadores comunales de Chabás siguen de paro en medio de un tenso clima de malestar social que volvieron a visibilizar ayer en un nuevo corte de tránsito sobre la ruta nacional Nº 33, al tiempo que mantienen el acampe frente a la sede de gobierno donde también instalaron una olla popular.
Un panorama similar muestran por estas horas las municipalidades de San Justo, cuya ciudad cabecera del departamento homónimo, ubicada a unos 100 kilómetros de la capital provincial, y Carcarañá, en el sur santafesino, que ya fue escenario de reclamos por inclumplimientos salariales y, una vez más, vuelve a estar en el foco de la tormenta.
Los municipales carcarañenses, al igual que en Chabás, hoy entran a la octava jornada de paro y no descartan endurecer el plan de acción no solo para exigir lo que aún le adeudan de los sueldos de octubre sino para repudiar comportamientos «irregulares» por parte de la Intendencia. Así lo indicó el secretario adjunto del Sindicato Muncipal de esa ciudad, Angel Tomasetti, al asegurar que «todavía nos deben el 30 por ciento de los haberes del mes pasado. Pero además el municipio tampoco está al día con los seguros de vida por accidentes de trabajo y ni siquiera cumple con los convenios por los cuales los trabajadores sacaron créditos en mutuales cuyas cuotas son descontadas de los haberes, pero el municipio no gira los pagos, con lo cual está malversando fondos.
El gremialista contó que «por esta situación hay empleados que ya figuran en el Veráz porque aparecen como deudores cuando en realidad el responsable es el municipio que no paga a las entidades el dinero que descontó al personal, por lo que ya denunciamos ante distintos ámbitos».
En ese contexto, además indicó que ante la falta de cumplimiento de pago municipal el gremio debió afrontrar con recursos propios las gastos que demandó la atención médica de un municipal accidentado al no tener vigente la ART.
Al estar paralizados los servicios públicos a causa de la medida de fuerza la localidad luce abandonada y hay zonas, como sucedió recientemente en Funes, abarrotadas de residuos. Y no menos desagradable resulta el estado de calles y espacios públicos por falta manteniento y desmalezado, entre otras tareas necesarias para la comunidad.
Mientras tanto en Chabás ayer los comunales renovaron sus demandas con un nuevo corte de ruta que incluyó la quema de neumáticos que se conjugó con el sonar de redoblantes, bombas de estruendo y cánticos de protesta. Tras la ruidosa manifestación los trabajadores retornaron a las carpas que montaron adelante del edificio comunal para hacer aún más visible su reclamo en medio de escenas de tensión y bronca, como ocurrió ayer frente la casa del presidente comunal, Lucas Lesgart, donde fueron arrojadas varias bolsas de basura.
A lo ya aportado como parte del pago de los salarios atrasados el personal recibió ayer la promesa de una nueva entrega gracias a gestiones ante la provincia aunque no sería suficiente para cancelar lo adeudado y posibilitar que levanten la medida de fuerza.
«Nadie ignora que la crisis general del pais es compleja pero en Chabás y otras localidades en conflicto también hay una gran responsabilidad de sus autoridades que no administraron los recursos como corresponde y llegaron a este situación que terminan pagando los trabajadores que ya están cansados de atropellos y seguirán protestando hasta cobrar el total de las salarios», dijo ayer el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Casilda y Comunas Adheridas, Walter Britos.
Lesgart, quien fue reelecto en las ultimas elecciones y arrancará su nueva gestión el 10 de diciembre, confirmó a través de un comunicado que ayer viajó a Santa Fe «para seguir gestiones» en busca de soluciones y destacó que el dinero ingresado en los últimos días a la administración por cobranzas de tributos y otros conceptos «se depositó a los empleados» y asumió la responsabilidad de «no poder abonar los salarios en tiempo y forma».
En ese sentido dijo que «lamentablemente le está pasando también a otras localidades y a muchas empresas», aunque aclaró que ello «no nos exime de nada» para luego reconcer que «cometimos errores». En su autocrítica también admitió que «debimos tomar medidas antes, (pero) lo haremos ahora» y tras lamentar «el mal momento vivido por los empleados y sus familias, por los vecinos que apoyan nuestro gobierno y colaboran incansablemente y por los que no nos apoyan pero se manejaron con respeto». Afirmó que «saldremos de esta situación como de otras, redoblando esfuerzos. Todo lo demás que sucede en medio del río revuelto, es para nosotros secundario. Ya habrá momento de volver sobre ello».
Una caliente manifestación también tuvo lugar ayer en San Justo donde los empleados municipales protagonizaron un corte de ruta en demanda del pago de salarios adeudados con el acompañamiento de gremialistas de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (Festram).
Fuente: La Capital – Gustavo Orellano