(Pueblo Regional) La detención y procesamiento del comisario Alejandro Druetta por ser organizador de una asociación ilícita para el narcotráfico fue una de las noticias del año. Es que durante su paso por Venado Tuerto había logrado un alto grado de respaldo político y mediático por su, supuesta, efectividad para combatir el narcotráfico. Una de las pocas voces que alertó sobre el verdadero “pelaje” de Druetta fue la del fiscal Eduardo Lago, que en medio de una sociedad enceguecida fue cuestionado por sus planteos y recibió un duro ataque de parte de las autoridades provinciales.
El funcionario judicial recordó que “yo la pasé mal, pero finalmente el tipo terminó donde tenía que terminar. De alguna manera, más allá de este tema de la justicia lenta, sé que la gente de la Justicia Federal trabajó a conciencia. A veces el proceso es lento porque son investigaciones”.
Vale destacar que en la investigación se encontraron comunicaciones entre Druetta y un alto líder narco, en las que el uniformado detallaba que su llegada a Venado Tuerto tenía como fin liberarle la zona al delincuente para instalar su negocio de drogas.
Lago apuntó que “el daño personal fue el que afectó a mi familia, porque las amenazas fueron a personas de mi familia, y eso me va a durar toda la vida. Pero esos son los costos que uno paga cuando uno cree y ocupa un lugar en la justicia”.
En 2012 el fiscal fue amenazado telefónicamente y denunció una connivencia entre el narcotráfico y la policía provincial. La respuesta llegó desde el entonces ministro de Gobierno santafesino, Rubén Galassi: “Tenemos que tener en cuenta la historia política de cada uno cuando se denuncian estas cuestiones. Lago fue funcionario durante el segundo mandato de Reutemann y fue tercero en la línea de gestión de Enrique Álvarez, un hombre cuestionado por su pasado en la Secretaría de Inteligencia del Estado que ingresó en 1978 y, entre otros, responsable del diciembre trágico de 2001 con siete muertos santafesinos”.
Por esos días, Lago negó el planteo del ministro y recordó que el 7 de diciembre de 2001 estaba de viaje de bodas en Brasil y “nunca fui el tercero de Alvarez”.
