La plaza Italia de Venado Tuerto se vio colmada anoche para escuchar a uno de sus hijos dilectos. Es que Leo Genovese se presentó con el Trío Sin Tiempo, junto al bajista Mariano Otero y el baterista Sergio Verdinelli. Fue anoche en su ciudad, más allá que hace una veintena de años que está radicado en New York, y seis días después de haber ganado una estatuilla en la 65° edición de los Premios Grammy.
El recital estuvo plagado de sentimentalismo y el propio Leo charló coloquialmente entre tema y tema con la gente que estaba reunida en el anfiteatro de la plaza Italia. Lo mismo hicieron sus compañeros Mariano Otero y el baterista Sergio Verdinelli, aunque claro está, en mucho menor medida que lo hizo Genovese, quien se sintió muy a gusto con su gente de la Esmeralda del Sur y de pueblos vecinos.
El músico venadense Gabriel Zarich, que además tiene una productora llamada Utopías, contó que «pensar en Leo me remite a su adolescencia, que también es la mía. Hace tres décadas Leo tocaba con amigos de la secundaria en una banda llamada Marca Acme, que a pesar de la simpleza del repertorio ya se denotaba que el tecladista era un fuera de serie».
«Entrados en el 2000 tuve la suerte de invitarlo a un disco mío para arreglar jazzísticamente Zamba de Juan Panadero. Leo tenía algo más de 20 años y sus dedos ya generaban melodías al mejor estilo Michel Petrucciani o Bill Evans. En esa misma época el gran Quintino Cinalli lo convoca a grabar todos los pianos de su disco Cambio de planes (Melopea), y al poco tiempo ya se radica en Boston para estudiar música en la Universidad de Berklee», agregó.
Lo que más rescata mucha de la gente que estuvo presente anoche en el anfiteatro es la sencillez del artista venadense y la prueba más palmaria es la cantidad de público reunido para escuchar al trío. Aunque la mayoría quería ver a su vecino dilecto, haciendo un género que en nuestro país no es popular como lo es el jazz en los Estados Unidos.
Coqueteo folklórico
A pesar de su marcado perfil jazzístico, Leo Genovese siempre coqueteó con el folklore, tocando con la salteña Mariana Carrizo en Cosquín, musicalizando un poema del cordobés Ica Novo, trabajo posteriormente grabado junto a Esperanza Spalding, o entrelazando su música con la del santafesino Orlando Vera Cruz.
Sus vínculos con proyectos venadenses siempre se mantuvieron firmes. En pandemia, bajo la producción del gestor cultural Paul Citraro, arregló y ejecutó con una larga lista de músicos locales una particular versión de Marcha San Lorenzo.
Musicalizó además “Laboratorio” del cineasta venadense Polo Donatti, con quien sigue trabajando en nuevos proyectos. Además se utilizaron sus melodías en el musical audiovisual “No nos callamos más”, que produjo Gabriel Zarich y Flavia Boglione y estrenado en 2021.
«Verlo a Leo tocando nuevamente en Venado Tuerto, luego de ser el único argentino en ganar en los últimos Grammy, y observar el recibimiento de su gente no hace más que demostrar que es posible ser profeta en la propia tierra», resaltó el músico y periodista Gabriel Zarich.
Fuente: La Capital
