(PR) Años atrás, durante su gestión como secretaria de Servicios Públicos municipal, Liliana Rostom, convirtió en lema de su gestión la frase “la ciudad más limpia es la que menos se ensucia”.
Sin embargo, parece que este eslogan no terminó de entenderse en la ciudad donde siguen proliferando los minibasurales, más allá del trabajo permanente de las cuadrillas municipales.
Mientras desde la administración de Leonel Chiarella se promociona y trabaja en la desactivación y saneamiento del basural a cielo abierto más grande de la provincia de Santa Fe, en distintos puntos de la ciudad siguen prosperando los minibasurales generados por los propios vecinos.
Situaciones verdaderamente vergonzantes se pueden apreciar en la esquina de Eva Perón y avenida Fortín El Zapallar (futura avenida de Circunvalación), donde la basura ocupa prácticamente toda la esquina y los desechos llevados por el viento ondean colgados de los alambrados de los campos vecinos.
Otro punto de volcado permanente de residuos, mayoritariamente por parte de vecinos que no residen en cercanías del lugar, es la esquina de Eva Perón y Conrado Berti, como ilustran las imágenes.
Es difícil pensar en una ciudad más limpia si sus habitantes no respetan las más mínimas reglas de convivencia y en lugar de trasladar su basura a los espacios estipulados por el Municipio, los depositan en el lugar que les queda más cómodo.
