(PR) Desde hace tres años dos amigos diseñaron un proyecto que involucra la construcción y el cuidado del medio ambiente.
Durante estos años Grabriel Regis y Diego Martin Rosetti han trabajado en la creación de un ladrillo ecológico compuesto en un 80 por ciento de tierra y un 20 por ciento de cemento, cal, arena y agua. Otra particularidad, es que no requiere de un proceso de horneado lo cual repercute en el cuidado de recursos naturales como el agua y madera.
Gabriel, en diálogo con PUEBLO Regional, cuenta que este emprendimiento surgió con la idea de innovar en materia de construcción. “ Si bien en Europa es un sistema que se usa desde hace más de 50 años y en Latinoamérica ha ido ganando espacio durante los últimos 30 años, el argentino todavía tiene en la cabeza la idea del ladrillo cocido”. En este sentido detalla que son muy utilizados en Colombia, Venezuela y Brasil.
Continuando con la explicación, el empresario cuenta que “no es ni más ni menos que la vieja casa de adobe de la cual nos contaban nuestros abuelos, solo que con un proceso de industrialización”. El ladrillo cuenta con un gran beneficio que tiene que ver con la térmica, esto produce un ahorro energético en cada vivienda, ya que en los días muy fríos o calurosos, permite conservar la temperatura.
El auge de la construcción ecológica está sacando del ostracismo materiales tradicionales de probadas cualidades que por un mal entendido concepto de modernidad se habían dejado de lado, asociándolos a una arquitectura rudimentaria, ajena a las necesidades de una sociedad avanzada y masificada.
Además, de esta manera se evita la tala indiscriminada de árboles, el desperdicio de agua que son requerido durante el proceso de elaboración de un ladrillo tradicional.
En cuanto al desarrollo de la investigación, Gabriel cuenta que es un trabajo que vienen realizando junto a UTN y que en el último tiempo han incorporado un nuevo socio. La próxima meta de EcoBrick será poder proveer a la ciudad y a la región con un producto de excelente calidad.
