(PR/Norma Migueles) Bajo el lema «Cero muertes por SIDA en 2030», la campaña del Día Mundial del Sida 2025 busca sensibilizar sobre la realidad de la enfermedad avanzada por VIH, visibilizar las historias detrás de cada caso y promover una respuesta colectiva.
Gobiernos, profesionales de la salud y sociedad en general están llamados a acelerar las acciones para lograr la eliminación del SIDA en 2030.
Al respecto, el médico infectólogo Miguel Pedrola advirtió que cuando «en los ’90 se comenzó con la promoción del uso de preservativos para evitar el contagio de HIV Sida, también disminuyeron otras enfermedades de transmisión sexual».
«Esto cambió y hoy tenemos un 15 por ciento de uso de preservativos; ahora toma notoriedad la mayor detección de sífilis porque es una enfermedad de denuncia obligatoria, pero en la practica se ve un incremento de otras enfermedades frecuentes como la gonorrea, clamidia y trychomonas», explicó.
A continuación advirtió: «Esto es muy preocupante, no solo por quien padece la enfermedad que puede contagiar a otras personas, sino por la transmisión materno infantil».
«Lo lamentable que estas cuatro enfermedades (gonorrea, sífilis, clamidia y trychomonas) tienen tratamiento y cura, con un muy bajo costo. Para atacar la sífilis, por ejemplo, se usa penicilina, que es de fácil acceso para el paciente. Esto nos lleva a plantear la necesidad de mejorar la prevención desde la salud pública y de contar con un diagnóstico rápido para dar respuesta en el momento», planteó.
El profesional, a continuación, consideró que «uno de los factores que afecta el uso de preservativo es porque la información que se proporciona no es adecuada, seguimos con discursos antiguos, propios para los ’90, pero no para el 2025 y que hace que los jóvenes lo vean como una película vieja no creíble».
«Otros factores pueden ser la falta de educación sexual, alto costo de los preservativos, falta de promoción. Son múltiples variables que van contra la prevención y no vemos, lamentablemente, compromiso en ese sentido de parte de los estados nacional, provincial o municipal, porque la educación sexual no alcanza con una charla anual con un médico o hacer un test los 1° de diciembre», argumentó.
En consecuencia, sugirió que «tiene que haber campañas que se sostengan en el tiempo para ver si podemos lograr en el 2030 que se termine con el VIH. Además, tenemos que incentivar a la vacunación contra el HPV, hepatitis A, hepatitis B. Hay mucho a disposición, con bajo costo y que si no se aplican el costo es muy alto».
Contra el Sida
En otro tramo, Pedrola informó sobre la existencia del medicamento Lenacapavir, un antiviral que se usa para tratar y prevenir el VIH, que funciona como un inhibidor de la cápside del VIH, lo que significa que impide que el virus construya la estructura que lo rodea y que es vital para su replicación.
El medicamento está disponible en forma de comprimidos y, más recientemente, como una inyección subcutánea de acción prolongada que se administra cada seis meses, lo que ha sido considerado un avance significativo por su conveniencia y eficacia.
«El problema es que en Argentina este medicamento cuesta 28 mil dólares y en África lo venden a 40. Estamos trabajando para bajar el costo, que el gobierno lo pueda comprar y llegar a mucha gente con esta prevención», completó.
