Frente a las consultas de muchos ciudadanos de la región sobre la situación del radar que funciona en el kilómetro 658 de la ruta 33, la Comuna de Murphy aclaró que el dispositivo no depende de esa gestión comunal y que de hecho está en otro distrito. Incluso la propia Comuna de Murphy se manifestó en contra de la instalación de ese tipo de elementos dentro de su propio distrito, no firmando el convenio cuando la Provincia pretendió hacerlo. “Mucho menos podemos tener que ver con uno que está en otro pueblo”, enfatizaron.
Las multas mencionan a la localidad de Murphy induciendo al error a los ciudadanos que la adjudican a la Comuna a pesar que la localidad está totalmente ajena, e incluso en su momento el jefe comunal Marcelo Camussoni no permitió que se colocara ningún radar dentro del distrito. Las multas, en algunos casos, generan problemas gravísimos a los vecinos de la región ya que les imposibilita tramitar sus licencias de conducir si no pagan montos brutales. También obstaculiza la posibilidad de realizar transferencias de vehículos.
“Nosotros nos expresamos en contra de la instalación de cualquier radar porque persiguen únicamente un fin recaudatorio, y genera conflicto para todos los vecinos de la región que transitan por esta ruta. Nuestra visión en cuanto a la seguridad vial siempre fue diferente. Nosotros nos abocamos a educar y utilizar métodos persuasivos, realizando un trabajo que, si bien es más arduo, siempre ha dado mejores frutos, sin tocar el bolsillo de la gente. Reclamamos con firmeza que la provincia cese de esta actitud que nos involucra en algo de lo que no solo somos ajenos, sino que estamos en contra”, afirmaron desde la administración comunal.
A pesar de los reclamos reiterados desde hace más de un año ante diferentes organismos provinciales, las notificaciones continúan llegando y adjudicando la responsabilidad a Murphy en el encabezado y con la palabra “Murphy” sobre la foto que grafica la multa y acompaña el acta. Por mencionarse el nombre de esa localidad es que todos los ciudadanos que reciben este tipo de notificaciones se dirigen allí, involucrando a esa comuna en algo de lo que, como se dijo, es ajena.
La situación de injusticia tan llamativa obligó a Camussoni, quien cultiva un perfil bajo que evita los cruces mediáticos, a salir públicamente a plantear su descontento y la falta de respuestas a sus reclamos. En ese sentido, pidió que «el gobierno de la Provincia deje de usar el nombre de nuestra localidad allí ya que genera confusiones importantísimas».
