El 26 de febrero se llevó a cabo por primera vez en el sur de Santa Fe una ablación por radiofrecuencia de fibrilación auricular. La cirugía se realizó en el Sanatorio San Martín, de Venado Tuerto y estuvo a cargo del reconocido cardiólogo electrofisiólogo Dr. Alberto Alfie, quien se perfeccionó en ablaciones complejas durante dos años en el Hospital Universitario de Alberta, Canadá.
“En estos procedimientos, a los que se denomina mínimamente invasivos, se hacen punciones en las venas, se introducen catéteres sin bisturí y sin ningún tipo de incisiones, se ingresa al corazón desde la pierna a nivel de la ingle o, eventualmente, desde el cuello. Se colocan los catéteres dentro del corazón y con equipamiento muy sofisticado, que permite realizar una reconstrucción tridimensional del corazón,se puede mapear cualquier tipo de arritmia y ver cómo es el cortocircuito para luego, con un catéter especial, cauterizar la arritmia”, explicó el profesional.
El paciente, un venadense de 41 años, pudo ser intervenido tras más de diez años de sufrir una fibrilación auricular, arritmia que día a día le quitaba calidad de vida.
“En un principio, el paciente tiene paroxismos de fibrilación auricular, episodios cortos donde puede estar una hora con la arritmia y luego se va. Es insoportable porque el corazón va a 170 por hora. La arritmia puede aparecer en cualquier momento, estando en reposo o haciendo deportes. La arritmia va bajando la calidad de vida de a poco. Los pacientes se autolimitan en sus actividades diarias para que no aparezca. La autolimitación no es súbita, sino que es paulatina y paciente y familiares lo llegan a naturalizar. Es algo similar a tener cataratas, el paciente no deja de ver bien de un día para otro, es insidioso el proceso, que solo es percatado una vez corregida la visión”, detalló Alfie.
Paralelamente, explicó que “la arritmia que tenía se llama fibrilación auricular. El origen de la fibrilación auricular se encuentra en el 95% de los casos en las venas pulmonares que drenan a la aurícula izquierda. Esas venas pulmonares emiten extrasístoles, latidos anticipados o fuera de ritmo, que gatillan el comienzo de la fibrilación auricular. Entonces, el procedimiento se basa en hacer un aislamiento eléctrico de las venas pulmonares, que tiene que ser realmente una obra de arte y se hace con un sistema de mapeo tridimensional para aislar las cuatro venas. El aislamiento debe ser perfecto y no dejar huecos por donde la electricidad vuelva a conducir. Se hacen numerosas pruebas para comprobar el aislamiento. El objetivo es que la arritmia no vuelva nunca más para evitar reintervenciones”, precisó el cardiólogo.
Tras dos horas y media de intervención, con cinco profesionales trabajando, el procedimiento culminó con éxito. Luego de tres meses de seguimiento, con episodios diarios incapacitantes previos a la intervención, la fibrilación auricular es tan solo un recuerdo para el paciente. Su vida cambió radicalmente.
Desde el Sanatorio San Martín explicaron que esta intervención es aceptada por las obras sociales, aunque al ser nueva hay que negociar y presentar mucha documentación para que sea finalmente cubierta.
Por otro lado, el profesional destacó el alto nivel de complejidad del Sanatorio San Martín, al asegurar que “esta intervención requiere de un sanatorio de máxima complejidad, equipamiento adecuado para abolir la arritmia, navegador tridimensional, soporte de terapia intensiva, soporte de quirófanos de máxima complejidad, soporte cardiovascular complejo, incluyendo servicio de hemodinamia, cirugía cardiovascular y anestesiología.
En este sentido, el experto destacó que “es importante que la comunidad cardiológica del sur de Santa Fe conozca como trabajamos y la excelencia de los profesionales. Es importante que los médicos de cabecera y cardiólogos de la zona confíen, en el nivel de alta complejidad y seguimiento del paciente antes y después de la intervención. Estamos muy preparados, al mejor nivel del país en lo que es electrofisiología”.
En este punto, vale destacar la derivación realizada por el Dr. Adrián Procaccini, que conociendo el equipamiento del Sanatorio San Martín y la capacidad del Dr. Alfie, con más de 10 años de experiencia realizando ablaciones de fibrilación auricular, decidió que era el momento de dar una solución definitiva a su paciente.
