(PR) En la primera apertura del año de los Buzones de la Vida realizada en la mañana de hoy en el Palacio Municipal, se recolectaron 41 sobres con posibles denuncias que luego serán elevadas para su investigación al Juzgado Federal local.
De la actividad participaron el intendente Leonel Chiarella; la secretaria de Control Urbano y Convivencia, Silvia Rocha; el director de Control Urbano, Fernando Salinas; los concejales Darío Jeannot y Nahuel Pasquinelli, y el representante del Obispado de Venado Tuerto, Marcelo Laiño.
Tras precisar que “hemos recolectado 41 posibles denuncias de vecinos que, de manera anónima, informan sobre puntos de venta de drogas en los barrios”, el intendente afirmó que “para nosotros esta es una herramienta muy importante que permite a los vecinos denunciar de manera anónima los lugares donde se vende droga”.
El mandatario explicó que “toda esta información luego es remitida al Juzgado Federal para, por un lado, comenzar a investigar aquellas direcciones que todavía no están siendo controladas, y por otro, si la información aportada es sobre investigaciones que ya están en marcha, esto se suma a la causa probatoria”.
Más adelante, Chiarella recordó que “en los últimos años muchos de los allanamientos y procedimientos realizados han tenido que ver con denuncias depositadas por los vecinos en estos Buzones de la Vida”, y apuntó que se está notando un corrimiento de los lugares tradicionales de venta de droga: “Vemos que se van trasladando en virtud de los allanamientos. Por lo general lo que si percibimos es que se mantienen dentro de los mismos sectores de los diferentes barrios. Son las mismas personas y en los mismos lugares”, remarcó.
El jefe del Ejecutivo municipal aprovechó la ocasión para volver a cargar las tintas sobre las deficiencias del sistema penitenciario desde donde “los cabecillas y líderes de bandas pueden seguir sosteniendo su negocio. Hay un sistema penitenciario que a través de la corrupción y la connivencia es cómplice de lo que está pasando. Lo que nos preocupa es que no haya control sobre el servicio penitenciario y eso hace que estos delincuentes se manejen más seguros desde la cárcel que estando afuera”.
