(PR/Giuliana Ghignone) Mateo es ahijado de la ONG Imagina, días atrás cumplió doce años y Celeste, su mamá, lo sorprendió en su escuela con una torta y una sentida carta que sin dudas quedará en su recuerdo para el resto de su vida.
Fueron años difíciles para la familia pero hoy tienen una nueva posibilidad de ser felices juntos, por eso, Celeste no quiso dejar pasar esta fecha y organizó un festejo.
En medio de una clase, la docente anunció que tendrían una visita especial y fue así como vestida de payaso y con una torta en sus manos, la mamá de Mateo ingresó al aula emocionando por completo a su hijo, el mayor de cuatro.
Fue entonces el momento de leerle su carta: “Quiero que sepas que estoy orgullosa y feliz del niño y casi adolescente que te has convertido”, comenzó leyendo frente a todo el grupo.
“Gracias por acompañarme en mis buenos y aún más en mis malos momentos, gracias por siempre estar ahí para tus hermanitos. También, te pido perdón porque por circunstancias de la vida tuviste que ser adulto cuando solo eras un niño. Te pido perdón por haberme perdido momentos de tu niñez, pero sé que vos sabes que nunca deje de intentar estar lo más presente posible”, expresó emocionada. “Mi compañero pero sobretodo mi hijo”, cerró diciendo.
Tras las palabras y un gran abrazo, todos juntos le cantaron el feliz cumpleaños a Mateo. Un final como de cuentos para este niño que merece seguir soñando. Una historia de esperanza, empatía y solidaridad.
Desde Imagina contaron que el niño es parte del programa de ahijados, que desde hace años funciona gracias al compromiso de muchas personas para con niños de la ciudad, que se encuentran en situación de vulnerabilidad, y Celeste es una mamá de Imagina.
Para la fecha, desde la Institución colaboraron con una torta y el regalo, mientras que la idea de homenajear a su pequeño de esta forma tan especial fue de Celeste.
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