(PR) La situación educativa en la Provincia genera muchas opiniones encontradas y tras la carta publicada por una docente venadense donde pone de manifiesto su disconformidad, expresando “me declaro en rebeldía. Yo docente no tengo que ser cómplice de un sistema que solo fomenta el facilismo y la promoción automática. No puedo adherir a lo que el Ministerio me pide; aprobar por aprobar» llegó la respuesta del Secretario General de SADOP Rosario, Martín Lucero.
El viernes Mirian Crossetto utilizó sus redes para realizar un fuerte descargo donde planteó “Yo docente, tampoco puedo hacerme cargo del gran problema que el Ministerio no logró solucionar: la conectividad. Pago de mi bolsillo el servicio de internet, caro y de muy mala calidad, compré dispositivos (la compu en 72 cuotas), aprendí mucho sobre la tecnología y me maravillé con todo lo que se pude hacer con plantillas, programas, aplicaciones, classroom, narrativa de transmedia, grupos de WhatsApp, documentos compartidos, herramientas de gmail, padlet, hasta me filmé dando una clase. Es decir, hice todo lo que estuvo a mi alcance para hacerle frente a una nueva forma de enseñar. Todo este esfuerzo cayó en saco roto, los alumnos no se conectaban por diferentes razones” expresó Crossetto.
También se refirió a los comentarios y críticas “Sin embargo, tuve que soportar leer en redes sociales que los docentes estábamos calentitos en nuestras casas, cobrando el sueldo y sin trabajar. Duele, molesta y desanima. Son decisiones ministeriales y políticas las que me impiden ir a mi lugar de trabajo, no soy yo, que quede claro. Hoy es viernes y aún no sé, pero me imagino, si el lunes voy a dar clases presenciales o virtuales. O sea, el Gobierno improvisa, yo docente planifico, organizo y analizo, que quede claro”.
Tras tomar notoriedad este reclamo el Secretario General de SADOP utilizó el mismo canal para dar a conocer su visión al respecto. En su cuenta de Facebook expresó “¿Cuál sería la rebeldía? Las escuelas están abiertas y, si las condiciones estuvieran las dadas (no conozco la escuela ni sus posibilidades y la realidad puntual de esa comunidad educativa), la compañera podría ir a trabajar eventualmente a su colegio. Ahora, exigirle al Estado que libere la presencialidad en una localidad donde TODAS (¡¡¡100%!!!) de las camas criticas están ocupadas, es una irresponsabilidad no rebeldía digna de reconocimiento. Venado Tuerto no tiene camas. Cero. Ninguna” manifestó. “La historia de la docencia está llena de actos heroicos cotidianos. Algunos conocidos, la mayoría anónimos” concluyó.


