(PR/Norma Migueles) La semana pasada, Melania sufrió una situación que, para cualquier vecino de a pie, configura una pesadilla: durante la madrugada sintió un ruido dentro de la casa y al abrir los ojos vio a un hombre parado en la puerta de su casa «clickeando» un encendedor.
La actitud también habla de la perversidad del ladrón, o ladrones, que a pesar de haber estado por la casa sustrayendo algunos elementos como carteras, la llave de la moto, billetera, reloj, zapatillas, perfume, despertaron a la víctima, quien vive sola con un hijo pequeño, para amedrentarla aún más.
Melania recuperó la moto que le robaron el miércoles pasado. «Pudimos recuperarla nosotros, por nuestros propios medios, dejando de lado toda actividad del día, lo que incluye haberme pedido el día laboral para poder hacer el trabajo que le corresponde a las autoridades competentes», afirmó.
«La moto ya estaba ofrecida entera o por partes a varias personas; la hallaron en un campo ubicado sobre calle Sarmiento al fondo, donde también había otros cuadros de motos», señaló la mujer en sus redes sociales. El lugar, al parecer, configura un «desarmadero clandestino».
Posteriormente, aseguró: «Es la segunda vez que entran a mi casa; el año pasado, en la misma fecha, ingresaron al patio y sustrajeron una honda Wave 2014, la cual nunca pudimos recuperar a pesar de los esfuerzos y los enfrentamientos con familiares del ladrón, de quienes recibí hasta golpes. Nadie hizo nada».
«Hace unos días, ladrones ingresaron una vez más, pero esta vez se metieron a mi casa, donde dormía con mi hijo de 10 años a pesar de la denuncia realizada, con pruebas presentadas en las que se incluyen las amenazas por parte de uno de los sospechosos, quien el domingo, a las 3.15, pasó en bicicleta por el frente de mi casa, sobre todo después de amenazarnos con ‘hacer cualquiera’ si no le entregábamos la suma de dinero que exigían», denunció
El mismo día del robo, en horas de la noche, se realizó una reunión en la vecinal. «Nos encontramos con más de diez vecinos que habían sido víctimas de robo por parte del mismo delincuente. Exigimos que nos escuchen y que hagan algo al respecto porque no podemos vivir encerrados o cruzándonos con estas personas que, incluso, usan hasta nuestras pertenencias y nos las restriegan en la cara porque no les importa nada y saben que como entran, salen», sostuvo Melania.
Por último, cabe aclarar que uno de los sospechosos (al parecer fueron dos) es menor no imputable.
