“Comprendo que dentro del mundo del modelaje se pueda aspirar a determinadas cuestiones estéticas en cuanto a la belleza física de la mujer, y que se tengan en cuenta determinadas pautas de esteticismo y armonía anatómica. Pero quiénes nos dedicamos al arte y a la danza, en este caso más precisamente a la danza árabe, sabemos que todo arte es inclusivo y que no necesitamos más que un alma bella para simbolizar las emociones que dibujamos corporalmente por intermedio de la música (advierto la diferencia de criterios en las temáticas). Sabemos que nuestros cuerpos son intérpretes de sentimientos, y que no hay nada más bello que el arte y la danza para nosotras, que auténticamente representamos con pasión y dedicación en cada espacio y circunstancia”, dice Elisa Abraham, directora de la escuela de danzas árabes Elisa, en la carta abierta que se viralizó y alcanzó repercusión en medios nacionales, sobre el pedido que le realizó la coordinadora de la elección de la reina nacional de la Semilla en la previa a la realización de la ExpoVenado.
La carta fue difundida los días previos al inicio de la fiesta de las colectividades, en la que se decidió suspender la elección de la reina, para evitar reproducir los parámetros y estereotipos que terminan por objetivar el cuerpo de las mujeres y colocarlas en un lugar de exposición denigrante. Según cuenta Abraham, la sugerencia fue realizada por la coordinadora de las actividades, representando a la Sociedad Rural. La profesora cuenta con un audio dónde se puede escuchar a la modelo definiendo, según su criterio, los aspectos que imposibilitan a las chicas a subirse a un escenario y alegando que las postulantes a reina, un año antes, se habían reído de las que tenían panza.
“Todos los años participamos de la apertura de la elección de la reina nacional de la Semilla de la ExpoVenado. Quien convoca a esto me hace un pedido de que mis alumnas no tengan panza, sean parejas, sean estéticas, alegando que el año anterior las postulantes a reina se reían de mis alumnas. Esto paso en agosto, y yo inmediatamente me comunico con dirección de cultura. Yo tengo la voz grabada de la coordinadora pidiéndome eso. Lo que resolvemos es un cambio de horario, a mí me hizo mal, tardé mucho en digerir esto”, detalla Abraham.
Desde la ExpoVenado se evitó dar ninguna explicación ni se hizo un pedido de disculpas público. En el caso de la coordinadora, escribió una réplica en su cuenta de Facebook que, sin embargo, no dejó conforme a la profesora: “los fundamentos que ella expone, no corresponden. Ella alega que quería dar un consejo y cuidar a mis alumnas para que no sean expuestas. Seguimos en la misma, hay que aprender a pensar y a reflexionar, el arte es inclusivo, hay historias de vida acá adentro, cosas muy fuertes, y cada mujer que se sube a un escenario disfruta”.
A partir de la repercusión nacional del caso, Abraham empezó a trabajar junto con el colectivo Mujeres de Artes Tomar para potenciar el debate en nuestra ciudad y generar actividades que permitan ir erosionando los prejuicios, estereotipos y pautas de conducta que tienden a la cosificación y reducción de las posibilidades de las mujeres. La elección de la carta abierta como mecanismo y no el inicio de acciones judiciales, tuvo que ver con esta propuesta de debate: “basta de belleza estereotipada, de exigirla a la mujer ser perfecta todo el tiempo. Es todo un armado cultural que muchas veces sin querer entre las mismas mujeres se miran y se discriminan. El año pasado una de las alumnas estaba embarazada, es decir, que una de las panzas de las que se reían era una chica embarazada”, cierra Abraham.
