(PR) Luego de un largo período de sequía y un verano con altas temperaturas, se volvió una necesidad imperiosa la llegada de un ciclo de lluvias. En este contexto, las últimas precipitaciones trajeron algo de alivio, aunque en las producciones intensivas todavía sigue faltando agua para terminar de cargar el perfil.
Entrevistado por VerTV, el ingeniero ambiental del INTA Venado Tuerto, Ignacio “Nacho” Huerga, comentó: “Estábamos esperando la lluvia porque veníamos de un verano seco, atravesamos todo el fin del año pasado y el comienzo de este con muy poca lluvia y si bien ahora en la primavera tuvimos alguna precipitación importante, de unos 60mm, hasta el sábado no había vuelto a llover bien”.
El nuevo panorama climático de los últimos días permite pensar en “las implantaciones hortícolas, en poner árboles, porque entraríamos en un verano un poco más húmedo que el pasado. Lo que dicen los climatólogos es que se viene un período Niño de transición, con lo cual hablamos de tener lluvias, por lo menos, normales”.
En este punto Huerga recordó que la media anual para la región ronda los 950mm a 1000mm, el año pasado llovieron 550mm, y en lo que va de 2023 el acumulado está cercano a los 500mm, “lo que deberíamos esperar es llegar a fin de año en 800mm, como para salir del bache que venimos atravesando”.
Por otra parte, el profesional planteó que a lo largo del siglo XX este tipo de sequías también se produjeron, y en este marco consideró que “cuando hablamos de cambio climático analizamos con que periodicidad se repiten estos ciclos”, y precisó: “Pensemos que de 2008 a 2011 decíamos que la pampa húmeda era un gran balde donde nos íbamos a inundar y poníamos terraplenes para que no desborden las lagunas, y tuvimos problemas en localidades que fueron muy afectadas por el agua y ahora si pasas por ahí parece que no hay una laguna”.
