(PR) Un difícil momento viven las bibliotecas populares del país ante los anuncios del gobierno de Javier Milei de aplicar fuertes recortes en partidas, que ni siquiera corresponden al Estado nacional, al tiempo que los aumentos en los servicios las ponen en jaque.
«Estamos en estado de alerta. Todavía no recibimos ninguna de las facturas de servicios con los incrementos, pero esta biblioteca es grande, está ocupada todo el tiempo con distintas actividades, y eso implica el uso de energía eléctrica y calefacción, así que ese es un tema que iremos viendo», señaló la presidenta de la Biblioteca Popular Florentino Ameghino, Cristina Aisemberg.
De todas formas, reconoció que la institución realizó una fuerte inversión para adquirir 200 libros nuevos, para lo cual se utilizó lo recaudado en las ferias de libros, más un aporte que se recibió de la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
En lo que se refiere a las políticas bajadas desde Nación, planteó que «la intención obvia plasmada en el primer DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) y la Ley Bases era tirar abajo toda la actividad cultural que tuviera algún soporte del Estado nacional».
Incluso, aclaró que en el caso de la CONABIP los aportes surgen de Lotería Nacional, de un porcentaje de lo que se apuesta en juegos, y de ninguna manera del Tesoro Nacional.
«Estamos preocupados, y algunos de nosotros participamos de la Asamblea por la Cultura por Necesidad y Urgencia, para expresarnos, para decir que no estamos de acuerdo con que se deje de apoyar a la cultura», completó Aisemberg.
