La postal de todos los jueves y viernes en calle Sarmiento, frente a las oficinas de la Subsecretaría de Políticas Sociosanitarias del Municipio venadense, es desoladora y preocupante. Decenas de personas se amuchan e intercambian desgracias en una cola para recibir un bolsón de alimentos, gestionar medicamentos o pedir trabajo.
Según comentó a PUEBLO Regional la subsecretaria de Políticas Sociosanitarias, Silvia Ugolini, “desde hace dos años o dos años y medio venimos notando un incremento de la demanda social en nuestras oficinas. Esto es general tanto en Acción Social como en Salud. Las políticas nacionales han ido complejizando la situación económica y de vida de los grupos familiares. El año pasado se agravó doblemente por el tema inflacionario, el cierre de algunos comercios, porque mucha gente se ha quedado sin trabajo formal y los que vivían de changas también se vieron afectados”.
Un dato contundente dio la subsecretaria para graficar el grado de agravamiento de la crisis social: “Estamos distribuyendo alrededor de 2 mil bolsones mensuales”.
La funcionaria puso el acento en que el proceso inflacionario ha generado que aún las personas que tienen un trabajo formal no lleguen a cubrir las necesidades de su grupo familiar y paralelamente hubo aumentos astronómicos en alquileres y tarifas.
“Creo que no hay que ser tan experto en datos económicos, sólo hay que ver la realidad, que cada uno la sabe en su casa”, reflexionó Ugolini.
En la misma sintonía la subsecretaria puntualizó que “la mayor demanda que tenemos es de pedidos de trabajo. La gente quiere trabajar, vivir dignamente. Hacer un emprendimiento familiar para hacerse el mango y llevar la comida a su casa”.
Como señal de la crisis, la dirigente planteó que desde el año pasado han reforzado el trabajo con el programa Chacras Urbanas recorriendo los barrios para “volver a fortalecer la presencia de las huertas familiares que son una salida en épocas de crisis. Es una forma de sustentarse, es muy importante el número de gente que volvió a la huerta”.
Paralelamente, a partir de un convenio que tiene el Municipio con el molino harinero local se les entrega este suministro a familias que tienen emprendimientos gastronómicos. Al respecto Ugolini precisó que cerca de 300 familias asisten a la Subsecretaría a pedir la harina para sus emprendimientos.
Pablo C. Salinas
