La pandemia y cuarentena acentuaron el cierre de las empresas. Desde comienzos de 2018, por la recesión y caída del consumo, hasta las vísperas del coronavirus hubo un cierre continuo de empresas con aportes a la Seguridad Social. Y con la pandemia ese proceso se acrecentó y en tan solo 4 meses, de fin de marzo a julio, se produjo una pérdida adicional de 15.347 empresas o empleadores. Las más perjudicadas fueron las pequeñas empresas que emplean hasta 10 trabajadores.
Se espera que la flexibilización de la cuarentena permita regularizar la situación de muchas empresas, pero también es un hecho que muchos cierres son definitivos, como se comprueba en los negocios cerrados con carteles de “se vende” o “se alquila”.
Según los datos de AFIP, en julio, 523.706 empleadores declararon contar con 7.629.109 trabajadores en relación de dependencia. En marzo habían sido 539.053 empresas con 7.880.585 personas contratadas. Así en 4 meses 15.347 empresas dejaron de aportar a la Seguridad Social y terminaron por desprenderse de 251.476 trabajadores.
Esta caída de empresas ya acumula más de cuatro años. Tuvo tres momentos: durante 2016 y 2017 hubo una reducción de casi 3.000 empleadores, para desplomarse en los dos años siguientes (2018/2019) de la mano de la recesión y ahora por el cóctel de pandemia y cuarentena.
Con el cambio de Gobierno, el cierre de empresas continuó. Las cifras oficiales indican que desde comienzos de año hay 18.500 empresas menos. Todas las ramas y sectores sin excepción fueron afectados, y entre los más perjudicados están los comercios-, la construcción y la industria. En julio de 2019 había 545.379 empresas. Y un año después 523.706 empresas.
Antes de la cuarentena, esto pasó por una combinación de recesión, altas tasas de interés, disparada de la inflación y del dólar, caída de los salarios y de los ingresos de profesionales y trabajadores por cuenta propia. Y los más afectados fueron las pequeñas empresas y el trabajo asalariado e independiente formal. Lógicamente por carecer de registros no hay datos de las pérdidas de negocios, comercios y empleos informales.
En el arranque del año este proceso no se detuvo, como lo marca la pérdida de empresas en los primeros meses de 2020, para acentuarse con la pandemia y la cuarentena que golpeó a casi todas las actividades, con excepción de las llamadas esenciales.
En enero, la AFIP registró 542.206 empresas, en febrero 541.357, en marzo 539.053, en abril 526.434, en mayo 520.207, en junio 525.700 y en julio 523.706. Como se ve la sangría fue continua, con mayor desplome en los dos últimos meses.
Si bien el Estado, a través de la Anses tomó a su cargo el pago de una parte (entre $ 16.875 y $ 33.750) de los salarios de las empresas, postergó el pago de impuestos, redujo contribuciones patronales, implementó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y otorgó créditos a tasa 0 a monotributistas y autónomos, el derrumbe de la actividad arrastró al cierre de negocios, comercios e industria, en especial las pymes.
Fuente: AireSantaFe
