(PR- Pablo Tomás Almena) Fabiana Penasino tiene 48 años de edad y hoy está viviendo un gran momento de felicidad. Las circunstancias malas de la vida la llevaron a tener que ingresar a vivir en la Residencia de Adultos Mayores de María Teresa (RAM), aun siendo joven, por encontrase sola y en una situación de vulnerabilidad. Pero quién diría que justamente allí encontraría el amor y la contención que necesitaba para darle color a su vida.
Ella llegó a María Teresa desde Venado Tuerto e hizo pareja. Se casó, pero se dieron situaciones de violencia y se fue de su hogar. “Por eso es que le dimos albergue en la RAM, para contenerla un poco ya que no tenía ningún familiar o vínculo que pueda contenerla”, comenta la gente de la RAM. “Si bien no cumple con la edad, porque no es una adulta mayor, se le dio lugar debido a su situación. Era una manera de apoyarla y controlar su salud”.
Daniel, es de María Teresa, vivía en zona de quintas y se hacía cargo de un sobrino con discapacidad. Empezó tener problemas de salud, cada vez más delicados, con falta de oxígeno. Estuvo débil e internado mucho tiempo. Una vez recuperado, se sentía muy solo y no tenía familiares, por eso, él mismo decidió alojarse en la RAM, para poder estar contenido con el personal y enfermeras. “Estaba muy triste y se veía al límite”, relatan desde la RAM.
Daniel y Fabiana se conocieron en la residencia, se fueron conociendo y así nació el amor entre ellos. Actualmente están viviendo juntos en una habitación con cama matrimonial, mesas, sillas, pava eléctrica, baño privado, y su propia intimidad dentro de la residencia. La vida les dio golpes. Siguieron adelante y hoy se casaron. Siempre hay otra oportunidad.
La Coordinadora general de la RAM, Danisa Perotti agradece a todo el personal porque se pusieron a disposición para organizar esta gran fiesta, todo lo hicieron ellos, torta, comida, decoración.
¿Qué es la RAM?
La Residencia de Adultos Mayores de María Teresa es la síntesis de una serie de políticas públicas que ponen en el centro de la escena la dignidad de los adultos mayores. Potenciado por la gestión de Gonzalo Goyechea, es un espacio que ofrece servicios de cuidados, atención médica y estimulación a personas mayores de la localidad.
Está destinado a personas mayores que sean auto válidos, pero que por diferentes motivos no puedan vivir en forma independiente y necesiten acompañamiento.
«Buscamos que el adulto mayor se sienta en su casa, creando un concepto de vivienda familiar y no de asilo. Que cuenten con lugares accesibles, con rampas, con sanitarios especializados, con muebles adecuados. Que vivan en un espacio amigable, sin barreras arquitectónicas. Esta residencia tiene espacios grandes, abiertos, donde pueden andar sin problemas con andadores, con sillas de ruedas», detallaron desde la dirección del lugar.
Esta residencia cuenta con un lugar común para juegos, esparcimientos y donde se dictan talleres recreativos y culturales. Los espacios del edificio fueron diseñados pensando en posibilitar la interacción con el mundo exterior, dónde los residentes van a poder articular ahí mismo con el resto de la sociedad. Además, cuenta con un plantel de profesionales capacitados para las necesidades en salud y alimentación.
Goyechea anunció que la Residencia de Adultos Mayores se desarrollará también hacia un régimen de viviendas tuteladas. «A la R.A.M., en este momento, la estamos ampliando en 200 m2., con 5 habitaciones individuales con formato de loft, con todas las comodidades (heladera, cocina, mesa, TV, etc.); una peluquería y una sala de cine», señaló. Agregando que «cuando terminemos la ampliación queremos seguir con viviendas tuteladas, viviendas de 50 m2. en los terrenos ubicados entre la R.A.M. y el Hospital, para una o dos personas que podrán vivir en sus casas, pero con todos los servicios que presta la R.A.M. y con la asistencia médica del hospital».
