(Pueblo Regional) En la madrugada de hoy, en la Cámara de Diputados nacional, se aprobó en general la ley de emergencia económica impulsada por el gobierno de Alberto Fernández.
Para conocer los principales alcances de la normativa Pueblo Regional consultó al asesor económico, Agustín Ferrer: «Hay tres modificaciones sustanciales que se van a implementar. Una de ellas es el proyecto de ley que se aprobó en Diputados, pero que no puede verse sin las otras dos, que tienen que ver con el Plan Alimentar del Ministerio de Desarrollo Social y el anuncio de créditos para pymes, que estarán orientados a generar producción, comprar herramientas e insumos, y que no los darán los bancos, sino que saldrán del Ministerio».
Para Ferrer de esta forma se ataca a dos problemas centrales y van apuntados «al consumo directo y la producción, es decir, el crecimiento del mercado interno».
Para el profesional «la idea es volver a hacer girar la rueda de la producción sin seguir pidiéndole esfuerzos a los que se estuvieron sacrificando todo este tiempo».
En este punto recurrió a uno de los conceptos históricos de la economía, que hace referencia a «la propensión marginal al consumo». Este precepto establece que «aquellas personas que no tienen ni siquiera las necesidades básicas satisfechas, toda la plata que se le inyecte la van a gastar. Es decir que tal cual se las envía vuelve a entrar al sistema en gasto, en consumo. En cambio, a mayor cantidad de ingresos la propensión a consumir es más chica y el dinero se va destinando al ahorro o a la inversión, por lo tanto tarda mucho más en volver al sistema. Lo que se busca es estabilizar la economía y que vuelva a girar la rueda del consumo».
Con respecto al impuesto del 30 por ciento para el dólar turista y ahorro (queda afuera todo lo que tiene que ver con medicamentos, salud, libros, proyectos de investigación y crecimiento industrial) comentó que tiene dos aristas: «Por un lado está la medida recaudatoria, de lo cual el 70 por ciento va para los programas de Anses y el resto para solventar obras de infraestructura y de vivienda».
Siguiendo con su análisis Ferrer remarcó que el otro punto es que «nosotros no podemos incentivar la compra para atesoramiento en una moneda que no producimos y que nos cuesta muchísimo, y a su vez tenemos que pagar un montón de deuda en esa moneda. La intención es incentivar el ahorro en pesos y desactivar el ahorro en una moneda que es escasa”, resumió.
