(PR/Pablo Salinas) Por efecto de la sequía, la caída del stock ganadero, la inflación y el aumento de distintos insumos alimenticios, desde el sector ganadero se viene anunciando que habrá un importante aumento en el precio de la carne vacuna. Lo cierto es que en las carnicerías el runrún, ya llegó y empezaron a afilar la cuchilla para que el golpe no lo sientan tanto los clientes.
“Esta semana vamos a tener algunos aumentos en lo que es carne de ternera, pero no en cerdo ni pollo. Este es un incremento que en general se da en diciembre por cuestiones estacionales, el mes pasado no tuvimos ningún tipo de aumento, pero empezó a llegar ahora”, describió Lucas Pepino, propietario de la carnicería La Pulpería.
Por otra parte, explicó que este año se suma “el tema de la sequía, que demoró la salida de los animales de los corrales y permitió que se mantuviera la oferta, y recién ahora estamos comenzando a ver algunos aumentos, que los podríamos tomar como una actualización si tenemos en cuenta que hace seis meses que el precio de la carne no se mueve”.
En este sentido hizo la comparación que contra una inflación anual que estuvo cerca del 100%, la carne se ajustó en un 45%, “con lo cual el año pasado quedó bastante relegada, y fue mucho más fácil de comprar en relación con otras cosas que aumentaron al ritmo de la inflación”.
En cuanto al promedio de aumento que se implementará esta semana, puntualizó que será de entre 50 y 100 pesos el kilo de carne en el mostrador, “lo que implica 30 o 40 pesos en el animal en pie. Los productores con este aumento van a estar vendiendo, recién, en el precio de equilibrio, porque lo estaban haciendo un 14 o 15% por debajo de sus costos. Ahora veremos si se queda acá o aumenta un poco más”.
