Santa Isabel/ María Teresa- Las idas y vueltas del empresariado argentino nunca dejan de asombrar. A mediados de julio la región se vio convulsionada por el anuncio que hacía la fábrica láctea Magnasco (instalada en el distrito Santa Isabel pero con mayoría de trabajadores de María Teresa) de que una sección completa iba a dejar de trabajar porque tanto Rusia como EEUU habían dejado de importar productos en el marco de la crisis económica internacional. De allí que la gerencia le solicitara a más de 20 trabajadores que se acogieran al retiro voluntario para, de esa forma, evadir sus responsabilidades empresarias (pago de indemnización, antigüedad, etc.). Los trabajadores, luego de un infructífero contacto con el gremio, recurrieron a las autoridades de la Comuna de María Teresa y Santa Isabel. Por injerencia de ambas comunas es que, luego de la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación, la gerencia de Magnasco volvió sobre sus pasos y solo despidió a tres trabajadores que se retiraron “por su propia voluntad”. Desde ambas comunas siguen de cerca el tema, en contacto permanente con los trabajadores y con la empresa. La preocupación no cesa. Pero a esa preocupación se sumó el asombro del planteo de la empresa ante algunos interlocutores, en los que se mostró ávida de gestionar financiamiento por parte del Gobierno Nacional ¿Se tratarán de Créditos del Bicentenario, con lo cuál se demostraría que no atraviesa una situación económica crítica (nadie le presta a un muerto)? ¿O se referirán a los REPRO (asistencia del Ministerio de Trabajo de la Nación por la cuál el Gobierno Nacional aporta $2000 por trabajador, por mes; para socorrer a las empresas y que no reduzcan personal)? El gerente de Magnasco es un vecino de la ciudad de Venado Tuerto. La empresa Magnasco no presenta deudas en el sistema financiero ni cheques revotados por lo cuál quedan algunas dudas respecto a cuál es su real situación (Pueblo Regional papel, 1° agosto).
