(PR) La visita de un grupo de diputados nacionales del partido presidencial, La Libertad Avanza (Lourdes Arrieta, Beltrán Bénedit, María Fernanda Araujo, Guillermo Montenegro y Alida Ferreyra) a genocidas de la última dictadura militar detenidos en el penal de Ezeiza, generó por unos días un poco de ruido, pero da la impresión que la sociedad, por reflejo de lo que comunican los grandes medios de comunicación, no llegó a tomar real dimensión del hecho.
Quien se animó a analizar el tema en Venado Tuerto fue el dirigente Jorge Palarich, integrante del Instituto Venadense por la Memoria, Verdad y Justicia: “Nosotros creemos que éste no es un proceso aislado, es una batalla cultural que se perdió con distintos gobiernos democráticos. No es un hecho aislado de una visita a ancianos en una cárcel, sino que son genocidas condenados por crímenes contra el pueblo argentino en su conjunto”.
Sobre los dirigentes que realizaron la visita, Palarich recordó que “son representantes del Poder Legislativo, no son dirigentes políticos aislados que buscan posicionarse en una campaña. Ellos fueron como representantes del Legislativo, incluso dos de las participantes dijeron que fueron engañadas”.
En este punto, el dirigente retomó la idea inicial: “Esto no fue un hecho aislado, hay que unirlo con los 1200 genocidas condenados, los juicios que siguen abiertos, hay familiares de desaparecidos de Venado Tuerto que tienen que testimoniar todavía y que están amenazados”.
Al mismo tiempo, puso sobre la mesa el mensaje negacionista de parte del Gobierno nacional, especialmente del lado de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, los cuestionamientos al número de desaparecidos, y recordó que en los últimos meses y días se sucedieron una serie de hechos que retrotraen a los tiempos violentos de la dictadura.
“Esta no fue sólo una visita, acá hay una intromisión de poderes”, subrayó Palarich, y recordó que “tenemos doce desaparecidos que nacieron o pasaron parte de su vida en Venado Tuerto, 27 detenidos desaparecidos en la región. En la ciudad tenemos dos historias de nietas recuperadas (Carolina Guallane y María Pía Josefina Kerz Klotzman) y seguimos buscando a otros tres nietos”.
Para cerrar, el dirigente de derechos humanos, planteó que “la violencia política, volver a generar que se amenace, que se asesine a Susana Montoya, que se le dejen mensajes intimidatorios a su familia y a las organizaciones que buscan justicia, nos obliga a pronunciarnos, no sólo como Instituto, sino como ciudadanos venadenses, porque aquí tenemos 12 desaparecidos, que eran vecinos de Venado Tuerto, y todavía seguimos a buscando a tres nietos de nuestra ciudad”.
