(PR) Como cada año, desde el 2012, el 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La fecha no es azarosa, ya que es el mes de marzo (mes 3) correspondiente a la trisomía del par 21, el nombre específico del síndrome.
En diálogo con Mercedes Barbich, vice directora de Amancay, informó que al centro terapéutico asisten niños y adolescentes con diversas patologías, entre ellos, con Síndrome de Down. “Nuestra forma de abordarlo es siempre haciendo hincapié en sus capacidades, en sus posibilidades, potenciando sus habilidades, y al igual que al resto no los diferenciamos, sino que trabajamos de manera integral e inclusiva para que ellos puedan insertarse en la sociedad de la mejor manera posible, que puedan desarrollar habilidades sociales y comunicativas para poder salir al exterior y desenvolverse de manera adecuada en lo que es comunicación y lo que es conducta”, indicó.
Seguido a esto, explicó que al igual que al niño o joven, se acompaña a la familia en todo estos aprendizajes. Con el foco puesto en crear autonomía, Barbich apuntó a que “los chicos puedan seguir poniendo en práctica las cosas que van desarrollando o aprendiendo, sobre todo la autonomía y la independencia en hábitos de higiene y alimentación, que puedan resolver una situación por sí solos, elegir lo que quieran hacer, lo que quieran comer, lo que quieran ponerse”.
Consultada por el abordaje en las escuelas y otros ámbitos, la vicedirectora señaló que “se encuentran mucho más abiertas pero siempre falta un poquito más”, refiriéndose a algunas adaptaciones de acceso y ocupacionales: “Hoy todas las escuelas tienen integrados a chicos con Síndrome de Down y otras capacidades, pero lo que falta es la parte laboral, que cuando terminan la escuela puedan insertarse en el ámbito laboral u ocupacional, poder autovalerse, tener algún recurso económico o cierta independencia con el resto de la familia, teniendo en cuenta que son chicos con mucho potencial y podrían desenvolverse en una empresa, en un negocio, en un bar, atendiendo al público o ayudando a reponer mercaderías”.
Amancay es un Centro Educativo Terapéutico destinado a niños y jóvenes con necesidades que requieran, no sólo de la incorporación de conocimientos y nuevos modos de aprendizajes, sino también de la creación de vínculos con los otros que posibiliten la comunicación y el lazo social. Este abordaje se realiza a través de metodologías y técnicas de carácter terapéutico, recibiendo una atención integral y especializada, considerando las necesidades pedagógicas y terapéuticas de cada uno.
Brindando calidad, cuidado y confianza, favoreciendo el desarrollo de su personalidad mediante la construcción de una pertenencia y circulación social, el respeto por los derechos y las elecciones singulares, que les permitan desarrollar diferentes actividades y habilidades.
En la actualidad, cuenta con seis profesionales en sala por turno y tres terapeutas. En total, según indicó Barbich, son alrededor de 12 profesionales trabajando. “Esto son talleres que están dentro del trabajo en sala, pero después hay talleres específicos como cocina, arte, yoga, huerta orgánica, música, tenis adaptado y radio online, entre otros”.
Sobre el cierre, Barbich reiteró que el principal objetivo de la instauración de este día es crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen las personas con esta condición. Se pretende reivindicar sus aportaciones a la sociedad, sus derechos e independencia para la toma de sus propias decisiones y crecimiento personal.
Para conocer más sobre Amancay: https://cetamancay.com.ar/
